La creación de empresas decelera en el arranque del 2017 en Ourense

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

BARBADÁS

MIGUEL VILLAR

Entre enero y febrero se crearon 84 sociedades, un 6 % menos que el año anterior

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 2016 fue un buen año para la creación de empresas en la provincia de Ourense. Entre los meses de enero y diciembre del año pasado se crearon un total de 460 nuevas sociedades mercantiles, confirmándose así una tendencia al alza que parecía indicar que la economía local estaba logrando coger aire tras los años malos de la crisis. Y es que ese total anual supuso un repunte del 15 % respecto al número de firmas que habían abierto sus puertas durante el año anterior, el 2015. Sin embargo, el ejercicio actual no parece seguir la buena tendencia ya que entre los meses de enero y febrero el ritmo de creación de empresas se ha ralentizado y ya cae en un 6%. Es pronto para ver qué pasará a lo largo del año pero por ahora la tendencia no deja demasiado hueco al optimismo.

Así, de acuerdo con los datos del Boletín del Registro Mercantil, al cierre de febrero se habían puesto en marcha 84 nuevos proyectos, un dato que un año antes llegaba a los 90. El peor comportamiento ha sido sin duda el de febrero, cuando arrancaron su actividad diez negocios menos que doce meses antes.

Otro dato que tampoco evidencia un comportamiento positivo en la economía provincial es el relativo a la disolución de sociedades. Desde enero han bajado la persiana de forma definitiva 33 empresas. Son más que las que se vieron obligadas a dar este paso entre enero y febrero del año 2016. Entonces habían sido 27 los proyectos empresariales que pusieron fin a su actividad.

Los nuevos proyectos se reparten por municipios de toda la provincia

Aunque la capital es la que concentra el mayor número de nuevas empresas, lo cierto es que en las últimas semanas han arrancado proyectos en municipios repartidos por toda la provincia. Verín, Lobios, Cartelle, Celanova, Bande, Barbadás o San Cibrao das Viñas son algunas de las localidades en las que se han abierto camino algunas iniciativas. Además, esas sociedades abarcan distintos sectores, desde empresas de transporte a servicios forestales, pasando por la atención a mayores y dependientes, la mediación de seguros, la hostelería o la comercialización de materiales informáticos o tecnología.

En cuanto a la fórmula, casi el 100 % de las nuevas empresas se acogen a la sociedad limitada, que permite arrancar con una inversión de 3.000 euros. Entre enero y febrero la media de gasto por cada negocio se ha situado en Ourense en los 48.000 euros.

 Externalizar servicios

Salvo raras excepciones, ya apenas hay espacio para grandes empresas que den empleo a un número importante de trabajadores. A día de hoy la mayoría de los nuevos proyectos que surgen en Ourense lo hacen de la mano de uno o dos socios que prevén desarrollar su actividad sin necesidad de contar con empleados o, en caso de que los necesiten, contratándolos. Es lo que se denomina outsourcing, que contempla que una sociedad transfiera la realización de ciertos servicios a otra, contratando siempre en función de las necesidades que vaya teniendo. Esta fórmula permite recortar gastos y también reducir los riesgos que acarrearía dedicar al negocio una inversión inicial exagerada.

«El problema es que el 50 % de las que se crean no llegan a los dos años de vida»

Poner en marcha una empresa es una alternativa que toman muchos profesionales que no encuentran otras opciones o que simplemente buscan desarrollar su propia idea. Sin embargo, el éxito no está asegurado y son muchos, demasiados, los proyectos que no superan el segundo año de vida. «Hay movimiento, vemos que hay espíritu emprendedor, pero el problema que tienen todos estos negocios es que el 50 % no llegan al segundo año de vida», explica Julio Vila, economista. Hay varios factores que inciden en que esto ocurra, entre ellos el alto precio que tienen los bajos comerciales. «En Ourense los alquileres están muy altos y eso es un gasto importante para los emprendedores. Luego están el pago de los impuestos y los costes que genera la actividad, a lo que debe sumarse que todavía el consumo no se ha recuperado a los niveles anteriores a la crisis Todo ello provoca que el emprendedor se vea asfixiado y no pueda continuar», explica el asesor.

Peluquerías, cafeterías y comercios de textil, calzado o decoración son los negocios que, con mayor frecuencia, se ponen en marcha en la provincia. Tras ellos están en muchos casos profesionales que se quedaron en paro y no han encontrado otras alternativas. «Aprovechan que al principio hay una cuota mínima de 50 euros para el seguro de autónomos», asegura Vila, quien también advierte que hay otro perfil de emprendedor. «Es el empresario que tiene poder adquisitivo y se juega su capital en un negocio. Estamos viendo que se crean negocios de servicios a través de Internet», afirma el experto. En este caso el éxito del proyecto suele ser mayor. «Los costes son diferentes y las ventas son tanto a nivel nacional como internacional». Advierte, con todo, que algo que caracteriza ahora al emprendedor es que trata de reducir al máximo los riesgos.