La Voz visita el instituto de Bande y el IES Nº1 de O Carballiño para descubrir, de la mano de profesores y alumnos, el secreto de su éxito en la selectividad
09 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Esta semana se dio a conocer el ránking de institutos gallegos según las notas de selectividad. La provincia de Ourense asoma a los primeros puestos con dos centros públicos: el IES Aquis Querquernis de Bande y el IES Nº1 de Carballiño. La Voz visitó estos dos institutos para descubrir, de la mano de estudiantes y profesores, cuál es la receta del éxito. Y lo hizo al término de un curso en el que hubo que cocinar con un nuevo ingrediente: el modelo de examen, la ABAU (Avaliación do Bacharelato para o Acceso á Universidade). Lo que queda claro en Bande y en O Carballiño es que los resultados no son casuales y responden a un método.
Esfuerzo de alumnos y profesores como la clave del éxito
El IES Aquis Querquenis de Bande es el único instituto que tiene la comarca de la Baixa Limia. Este pequeño centro no tiene nada que envidiarle a otros. Con tan solo seis matriculados en la ABAU ha conseguido como nota media en la fase obligatoria de selectividad un 7,308, solo unas décimas por debajo del Colegio Manuel Peleteiro de Santiago de Compostela, que se sitúa en primer lugar.
El director del centro, Fernando Castro, desvela el secreto de estos resultados: «Una buena plantilla de profesores, esfuerzo y dedicación son las claves del éxito». Reconoce que el sacrificio proviene de ambas partes, tanto de los alumnos como de los docentes. Se siente muy orgulloso y asegura que desde hace diez años obtienen siempre un cien por cien de aprobados en el selectivo. «El hecho de tener pocos estudiantes hace que las clases sean casi particulares», afirma el director, mientras se preocupa por el descenso de matriculados que sufren por la despoblación del rural.
Este año han tenido 120 matriculados y esperan seguir manteniéndose. «Lo bueno de tener pocos alumnos es que te dedicas por completo a ellos, pero cada temporada somos menos», confirma Sonia Varela, profesora de Lengua Castellana del centro. Considera que todos los años realizan el mismo trabajo, solo que en este curso jugaban con la incerteza: «No sabíamos cual sería el modelo de examen». Recuerda que en su asignatura desconocían hasta enero cuáles eran las lecturas obligatorias que tenían que preparar.
Saben que es un año difícil en el que los nervios están a flor de piel. El nivel de exigencia es muy alto, un período duro que requiere mucho esfuerzo. Los alumnos se enfrentan a unas pruebas que los encaminarán a continuar su futuro estudiantil y laboral. En este curso académico, el grupo de segundo de bachiller, ha tenido trece alumnos, de los cuales seis se han presentado a las pruebas de selectividad de junio. La rama de Ciencias ha predominado entre ellos.
Lorena Álvarez es una de las examinadas en la nueva prueba de selectividad de esta promoción. Considera que la asignatura más complicada es Matemáticas. A los próximos estudiantes les recomienda que se lo tomen con calma y lleven el trabajo al día para no agobiarse. Su tutora, Elvira Míguez, está muy contenta con su promoción y reconoce su esfuerzo: «Estamos muy encima, presionándolos un poco, pero el mérito es todo suyo». Todos los examinados superaron el ocho en la suma de la parte general y específica de la prueba.
Finalmente el esfuerzo acaba teniendo su recompensa y así lo reflejan sus buenas notas.
«Os últimos cinco anos estivemos sempre entre os mellores de Galicia»
Manuel Amil Otero, en su último año como director del centro, valora los resultados de forma muy positiva «sobre todo nunha época na que a crise económica provocou moitos recortes no sector, cousas que van en contra dun mellor ensino».
La clave del éxito, asegura Amil, «é a boa materia prima que chega tamén doutros centros da comarca; un profesorado moi estable con anos de experiencia, sobre todo no bacharelato; orde e disciplina cun ambiente de traballo e estudo nas aulas; a puntualidade, comezando polo propio director e a redución de alumnado nas aulas, que favorece un ensino máis en profundidade». Este éxito sirve como broche final de su labor al mando de la entidad, en unos años en los que ha disfrutado de la enseñanza y ha intentado inculcar valores universales, no solo educativos. «É unha experiencia vital importantísima máis que acumular», asegura el director. Entre los conceptos que ha querido infundirles a los estudiantes está el de que no se juegan su futuro en un examen, sino que hay muchas más opciones que esa, según comenta.
El programa de enseñanza del centro, dado el éxito de los últimos años, se mantiene, aunque con el cambio producido por la implantación de la ABAU, el profesorado se ha adaptado a las nuevas exigencias.
Por su parte, los docentes tratan de quitar esa presión a los alumnos durante todo el curso. «La clave puede estar en que no hacemos exámenes del tipo selectividad durante el año, si no que les enseñamos a adaptar los contenidos a las exigencias de la prueba», explican. Aseguran que el éxito se debe a la disciplina de estudio de los chicos y a su perseverancia durante los nueve meses previos.
Los alumnos coinciden en que reciben una muy buena preparación. «Tanto profesores como alumnos nos esforzamos al máximo» afirma Digna María García, una ex alumna del centro. «En mi opinión, es un centro muy bien cualificado y con profesores preparados, pero lo que importa es lo que aprendes con ellos, no el resultado de un examen», detalla Karen López, otra alumna que acaba de superar la selectividad con éxito.
Ensalzan la importancia que tiene el hecho de ser un centro público y de una villa pequeña, ya que los jóvenes afirman que «las notas del bachiller son las que nos merecemos, no están infladas». También su director, «un firme defensor do ensino público», destaca que entre los mejores cinco de Galicia solo uno de ellos es un centro privado. María José Fidalgo, actual jefa de estudios, relevará en el cargo a Manuel Amil a partir del próximo curso.