La firma creada por una diseñadora local lanza su nueva colección para novias
09 dic 2016 . Actualizado a las 12:46 h.La moda «made in» Ourense resurge. El sector suma desde hace algunos años nuevos talentos que toman el relevo en el mundo del diseño, que tantos éxitos ha dado a la provincia. Begoña Mera (Ourense, 1981) es uno de esos valores en alza. Hace dos años, tras una larga y diversificada experiencia, decidió montar su propio negocio. Se llama Sommera y acaba de lanzar su nueva colección de moda de novias con trajes que se diseñan y confeccionan en la provincia. Es un sueño realizado que se ha conseguido a base de esfuerzo, y de talento.
Tras estudiar en la escuela superior de diseño y moda Felicidad Duce de Allariz, Begoña no tardó en encontrar su primer empleo. «Me dieron una oportunidad en Antonio Pernas, que toda la vida había sido mi ídolo. Fue una gran suerte empezar a trabajar con él. Siempre me había gustado porque era una persona que tenía un patronaje muy estudiado, prendas minimal, y, sobre todo, porque confeccionó en Galicia y con tejidos europeos. Para mí fue siempre un referente en moda», cuenta la diseñadora. Tras esa primera experiencia, con apenas veinte años, Begoña se incorporó una temporada a Sociedad Textil Lonia, hasta que decidió irse a Londres. «Siempre había tenido curiosidad por estudiar en la escuela Saint Martins, de la que habían salido mis grandes ídolos de la moda, quería saber qué pasaba ahí para que saliera gente tan buena, así que me fui a comprobarlo». Y lo descubrió. «Estuve allí durante un año, estudiando y trabajando. Fue una experiencia increíble. El secreto es que allí hay un montón de gente apasionada por la moda, que trabaja las horas que sean necesarias para sacar adelante una idea», recuerda ahora. Fue, precisamente, a su regreso de Londres, cuando Begoña decidió montar su propio negocio. «Tenía ofertas de trabajo, pero no me resultaban muy interesantes, porque cuando vi como funcionaban las cosas en muchas empresas, me desencanté», explica, detallando que «me sorprendía mucho que nosotros diseñábamos prendas en Ourense que, en algunas empresas, se confeccionaban luego en Asia con tejidos malos y calidad mala. Eso, para mí, que me encanta la moda y las cosas bien hechas, fue decepcionante, sobre todo porque ocurría en Ourense, que es una tierra de tanta tradición textil y tiene gente muy buena. Ahí empezó a surgir en mi cabeza la idea de montar algo propio», explica.
Un momento dulce
Y así nació Sommera, centrada en el diseño para novias. «Nuestra política es ofrecer un patronaje muy estudiado, con tejidos buenos y prendas muy trabajadas, y eso al final solo te lo puede permitir la novia, es un concepto inviable para el día a día», explica la diseñadora. La firma atraviesa ahora un momento dulce, ya se han hecho eco de su trabajo muchas revistas especializadas y cada día son más los pedidos que reciben. De hecho, ya están planificando distribuir sus trajes en puntos de venta de toda la geografía nacional. «Nos llama gente de diferentes puntos de España, a la que le gusta la colección pero Ourense les queda un poco lejos», dice la empresaria, que destaca las potencialidades de su estilo. «La novia Sommera es sencilla, elegante, femenina y se rige sobre todo por el lema de que menos es más. No nos gustan las prendas recargadas, apostamos por la sencillez y nos alejamos de las tendencias, en busca de la exclusividad». Todo el proceso se desarrolla en Ourense. «La novia se prueba el vestido y, cuando lo elige, se lo confeccionamos desde cero, todo lo hacemos aquí y con tejidos españoles e italianos». Además, tienen un atelier, en el que crean trajes bajo pedido, siempre al gusto de la clienta. «Trabajamos con perfección e ilusión», detalla la creadora, un soplo de aire fresco en un mundo copado por la producción en serie. «Los clientes aprecian cada vez más las cosas bien hechas, y la calidad», asegura.