La mujer se conformó con tres meses de prisión por tirar una madera a un convecino cuando discutían por un canalón de aguas
26 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Esta vez no fue una disputa por motivos de lindes, ni por la retirada de un marco, o por la invasión sin más de la finca del vecino, sino por un canalón de aguas. Discutieron dos vecinos y se pegaron el día 8 de octubre del 2012. Ayer llegó el caso a juicio y el asunto quedó zanjado con la condena de una de las partes, una mujer de 87 años, que renunció a mantener la acusación, por lo que su oponente, un vecino de la misma localidad de Santabaia de Urrós, en Allariz, quedó eximido de responsabilidad penal al modificar el fiscal su inicial escrito de acusación. Se conformaron los dos implicados en el suceso.
Decía el ministerio público en su escrito de acusación que el acusado, Delmiro Q.A., de 75 años, rompió un canalón de recogida de aguas, que se hallaba en la vivienda de su vecina, Josefa F. L., de 87 años. Ese fue el motivo de la discusión.
Después de las mutuas recriminaciones, se agredieron. Delmiro le lanzó un puñetazo y Josefa tiró un trozo de madera, que alcanzó en el codo a su oponente, según detalla el escrito de acusación al cual prestaron conformidad los dos acusados.
Treinta días de baja
Josefa sufrió una contusión y precisó una asistencia facultativa, sin un solo día impeditivo. A Delmiro, por su parte, le tuvieron que inmovilizar el codo izquierdo y durante treinta días estuvo incapacitado para sus ocupaciones habituales.
La condena por estos hechos ha quedado en tres meses de prisión para la octogenaria y también el pago de la responsabilidad civil.
La asistencia a Josefa ocasionó al Sergas gastos por valor de 250 euros, mientras que la atención que precisó Delmiro fue valorada en 954 euros, según la factura que presentó la propia administración sanitaria.