El centro de la ciudad vibró con la salida de la segunda etapa de la ronda española
22 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si en Arnoia, Laias o Castrelo de Miño fue toda una fiesta la presentación y el inicio de La Vuelta 2016, la presencia de algunas de las máximas figuras del ciclismo mundial en las principales arterias de la capital ourensana dio lugar a un espectáculo de notables dimensiones.
Desde varias horas antes se convirtió en un auténtico hervidero la zona del parque de San Lázaro y de la calle Curros Enríquez, donde pudieron ver de cerca a los que demostraron ser auténticos ídolos de la afición al deporte de las dos ruedas. Como en jornadas anteriores, Alberto Contador volvió a recibir un notable calor de los presentes, que lo aplaudieron y hasta corearon su nombre. También fueron vitoreados deportistas de la talla de Chris Froome, Alejandro Valverde y, en especial, los colombianos como Quintana, Chaves, López o Atapuma, que contaron con varios de sus paisanos en primera línea del vallado recinto reservado a los seguidores más madrugadores.
Han sido varios días de gran revuelo entre la población local, a medida que iba notándose la presencia de los integrantes de los veintidós equipos que protagonizan la ronda hispana. De momento y tras la salida ourensana de ayer, el pelotón abandonó la provincia en dirección a Baiona, previo recorrido por tierras de O Ribeiro, en las que ya habían transitado durante la contrarreloj por equipos.
A partir de hoy, las llegadas en el Mirador do Ézaro, San Andrés de Teixido y Lugo atraen la atención mundial hacia otros puntos de la geografía gallega, antes de regresar a Ourense el próximo día 25, cuando la carrera mostrará los inconfundibles paisajes de la Ribeira Sacra en una etapa que viajará de Monforte a Luíntra.
Al día siguiente, Maceda será otra espectacular salida de etapa, en el corazón del ciclismo de BTT, donde también se disfruta de un modo muy particular con el deporte de las dos ruedas. Será la despedida de una semana de competición por tierras gallegas y, en concreto, por una provincia como la de Ourense que ha sido uno de los epicentros importantes de la edición 2016 de la clásica intercontinental. El recorrido por Baños de Molgas, Allariz o A Gudiña, entre otras localidades será una perfecta despedida para unos días que perdurarán por años en nuestra memoria.