«Me inspiro en las mujeres que tratan de protegerse», afirmó Jacquelyn Campbell
21 jun 2018 . Actualizado a las 13:16 h.El campus de Ourense acogió ayer el primer acto de investidura de un doctor honoris causa de su historia. Jacquelyn Campbell, experta en violencia de género de la Universidad Johns Hopkins, de la ciudad estadounidense de Baltimore, es ya la cuarta mujer que recibe esta distinción de la Universidad de Vigo, donde son un total de 28 los que la han conseguido.
El salón de actos del edificio politécnico fue el lugar escogido para la ceremonia, que se celebró en el campus ourensano porque la propuesta para otorgar la alta distinción académica a la investigadora americana surgió del Departamento de Análisis e Intervención Psicosocioeducativa, y más concretamente de la profesora ourensana María Lameiras, que ejerció como madrina del acto. Con este nombramiento la institución académica evidencia su sensibilidad hacia la violencia contra la mujer, un problema de ámbito global y un campo en el que Campbell es una eminencia internacional. «Me apasiona tratar de restaurar las ventajas para las mujeres que se han visto en desventaja por las circunstancias, el contexto y las normas culturales del lugar donde nacieron», aseguró la homenajeada durante su discurso, que inició muy emocionada y disculpándose por no saber castellano.
«Cada día me inspiran todas esas mujeres que a pesar de todo luchan para tratar de protegerse a ellas y a sus hijos de cualquier daño, ya sea físico, psicológico o estructural», aseguró, recordando que «como mujer privilegiada por el color de mi piel, por mi título avanzado, por mi posición en una institución académica de mucho prestigio, y viviendo en lo que podría decirse que es el país más rico del mundo, me siento honrada por el valor de mujeres sin ningún privilegio para levantarse contra la opresión y la violencia».
Campbell, que también aprovechó su discurso para asegurar que «en estos momentos España está demostrando tener mucha más compasión que mi país», por acoger a los refugiados del Aquarius, advirtió que su principal objetivo es «utilizar todo mi conocimiento de la ciencia así como mi posición de privilegio para unirme a esas mujeres, y trato siempre de traer no solo pasión sino compasión a ese trabajo». La nueva doctora honoris causa de la Universidad de Vigo, que es la autora más citada en materia de violencia de género, hizo también mención a su condición de enfermera, de la que aseguró sentirse orgullosa, y recordó su trayectoria académica, que con los años derivó en un trabajo intenso de investigación sobre la violencia contra la mujer. «Aprendí sobre la violencia del vecindario, la agresión sexual y el abuso infantil de niños que lo estaban viviendo. Y aprendí que las chicas eran más vulnerables», contó.
La ceremonia contó con la asistencia de los representantes de las distintas facultades y escuelas del campus de Ourense, y estuvo presidida por el rector, Manuel Reigosa, quien destacó los incuestionables méritos de Campbell. «Non vou comentar o extraordinario currículo académico, con máis de 300 publicacións de alto nivel relacionadas coa problemática, por desgraza tan de actualidade na nosa sociedade, da violencia de xénero», afirmó, destacando además que «con esta brillante e exitosa traxectoria académica, que a fai unha das máis prestixiosas voces en materia de xénero mundialmente, co seu influxo práctico nas vidas das mulleres de moitos países, por poñer na axenda do milenio das Nacións Unidas a erradicación da violencia de xénero e por tantos e tantos méritos científicos, docentes e clínicos, non é sorprendente que teña xa acadados dous doutoramentos honorarios». Aseguró que, con su incorporación al claustro de profesores, la Universidad de Vigo espera liderar iniciativas en materia de violencia de género.
«Traballar pola igualdade non é unha opción política, senón unha obriga ética»
La profesora María Lameiras, promotora de la candidatura de Jacquelyn Campbell, fue la madrina del acto y como tal se encargó de la laudatio, en la que repasó los méritos académicos e investigadores de la nueva doctora honoris causa, pero también de recordar la necesidad de que se adopten políticas globales para terminar con la discriminación y la violencia hacia la mujer. «As universidades representan o buque insignia da sociedade e teñen a responsabilidade de formar profesionais cualificados, pero a responsabilidade máis salientable das institucións universitarias é a de fomentar a conciencia crítica que permita a necesaria evolución e transformación da sociedade», aseguró.
Recordó que «a violencia de xénero é o tipo de violencia máis frecuente e que deriva nas máis graves consecuencias na saúde das mulleres, dos seus fillos e fillas e das comunidades nas que viven, e por tanto a violencia que provoca maior sufrimento e malestar no mundo» y advirtió que revertir la situación no será cuestión de tiempo, sino resultado de «políticas publicas e intervencións que definan claramente este obxectivo, o cambio será posible».
En su opinion, «nunca máis un cargo coa capacidade de tomar decisións deberá ser outorgado a quen non sexa feminista, é dicir, a quen non teña un profundo convencemento de que traballar pola igualdade e contra a violencia de xénero non é unha opción política, senón una obriga ética irrenunciable e inaprazable. Esta será a sociedade que deberán axudar a construír todas as nosas e os nosos estudantes».