Ricardo González: «Soy defensor de lo público»

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Álvaro Vaquero

tras la selectividad su nota media ha sido un 13,42. Después de varias pruebas de selección, recorrerá diferentes universidades europeas

02 jul 2017 . Actualizado a las 22:26 h.

Acaba de terminar el último curso de instituto y tras la selectividad su nota media ha sido un 13,42. Ricardo González estudió en el instituto As Lagoas y es uno de los dos gallegos seleccionado para las Becas Europa que la Universidad Francisco de Vitoria y el Banco Santander otorgan a cincuenta preuniversitarios de España. «Supuestamente, la beca está destinada a cualquiera, da igual que estudie en un colegio o en un instituto, pero tengo amigos en otros centros a los que no les informaron de su existencia, con lo cual no se presentaron», explica el ourensano.

Los alumnos escogidos viajarán durante tres semanas -desde mañana y hasta el 21 de julio- a Bolonia, Oxford, Londres, París, Heidelberg, Frankfurt, Santiago de Compostela y Madrid. En los diferentes destinos participarán en actividades académicas y lúdicas como conferencias o visitas a museos. Y aunque él ya tiene claro su rumbo, pretende aprovechar la experiencia todo lo que pueda. «Quiero estudiar Ingeniería Biomédica en la Carlos III. Tienen el grado en inglés y parece ser que muy buen nivel», comenta. Además, no le vale cualquier universidad. «Yo soy defensor de lo público y esta carrera solo la hay en los campus públicos de Barcelona, Madrid y Valencia», puntualiza.

Lo de la educación pública es una causa que viene defendiendo desde que en segundo de la ESO le dijo a sus padres que quería cambiarse al instituto. «Que no se entienda que estoy en contra de los colegios privados. Yo tengo muchos amigos en Salesianos, que es donde estudié al principio, pero me habían comentado que As Lagoas tenía un nivel alto y era verdad. Mis padres dudaban cuando les comenté mi idea porque en el colegio los profesores ya me conocían y yo sacaba muy buenas notas, pero al final accedieron y el resultado fue bueno. Ahora, siempre que puedo, escojo lo público», cuenta Ricardo añadiendo que, en general, la preparación de estos centros en la ciudad es excelente.

Lo del inglés también tiene un porqué. El joven no es ajeno a la situación actual y confiesa que, en el campo al que a él le gustaría dedicarse, suma puntos manejarse en otras lenguas. «Yo me quiero dedicar a la investigación. Y como ya está bastante complicado de por sí, no quiero tener la traba del idioma también. Aparte de que me gustaría irme fuera de España, aunque dentro de unos años pueda volver a Galicia, que me encanta», expone.

Cuando le preguntan por sus notas y las horas de estudio se pone un poco más serio para no dar la sensación de ser una persona fanfarrona. «La gente a veces piensa que para sacar todo dieces te tienes que matar a estudiar todos los días y yo no creo que sea así. Yo aprovechaba mucho el tiempo en clase y al final eso te ayuda más que meterte en tu casa a estudiar. Además, considero que la clave es el método de estudio que se adquiera. Conozco personas que se pasan horas chapando o intentando memorizar algo y al final no les sirve de nada. Hay cosas que no puedes entender, como por qué Rubén Darío escribió lo que escribió. Pero todo lo que se pueda comprender es mejor comprenderlo». Y en medio de la conversación se muestra apenado por las zancadillas que en los últimos años le han puesto a la Filosofía. «Yo soy más de ciencias pero me gustaba mucho esa asignatura. Si te la explican bien y te contextualizan al autor, es una de las más amenas y que más te permite formarte una opinión y un criterio propio», sopesa.

Han sido dos años de procesos de selección distintos desde que aquel día el director del centro les ofreciera participar en el programa, pero cuando habla de ello sonríe continuamente y se acuerda de las personas que ha conocido. «Cada fase era diferente. En una tuvimos que cubrir un formulario con preguntas de tipo personal. En otra, reunidos en diferentes ciudades, tuvimos que idear soluciones para mejorar la vida de alguien invidente y los que salimos seleccionados tuvimos que realizar un vídeo sobre nosotros mismos. En la última a mí te tocó exponer un tema sobre la problemática de los refugiados», recuerda. Y terminamos hablando de Trump y de lo loco que parece estar el mundo. Pero da tranquilidad saber que hay mentes jóvenes críticas.