La galería de arte Visol ilumina la noche de los museos en la capital ourensana
12 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Aprende las reglas como un profesional para poder romperlas como un artista». Picasso.
La Galería de Arte Visol en colaboración con el Centro Cultural Marcos Valcárcel y la Galería de Arte Marisa Marimón, plantearon un recorrido artístico para conmemorar el Día de los Museos, 18 de marzo, para dar visibilidad y valorar la tarea de aproximar el arte contemporáneo y sus manifestaciones culturales al ciudadano.
Para lograr este objetivo se realizaron distintos talleres y performances en las que se estableció un diálogo interactivo entre artistas y público. La intención de la Galeria Visol era la de aproximar el trabajo del taller, del estudio de los artistas a los espectadores, transformando el espacio expositivo en un gran atellier común de distintas expresiones. Con algunas de las obras que inicialmente se expusieron para ambientar los talleres y otras que se añadieron tras la experiencia creativa, la Galería de Arte Visol presenta una muestra coral de los artistas participantes a través de las distintas miradas y técnicas expresivas: pintura, dibujo, fotografía, escultura…
En este nutrido elenco de artistas, se advierte el purismo hiperrealista de Leandro Sánchez, y un retrato expresionista de gran impacto visual de Lazcano, un magnífico cuadro de Vilamoure de la serie Taschen con el que idealiza de manera anacrónica, particular e inquietante a Maria Lassing. Un paisaje muralista de Karballo de la serie «Vistas dos meus ollos» y una ventana abierta al mar Adriático es el cuadro de Sula Repani.
Cabe destacar el éxito de ambos en los retratos realizados a tiempo real de personas del público en el experimento creativo de la galería, como el del taller dirigido por el maestro del grabado X. Poldras, una performance en la que además del público y amigos de la galería, interactuaron otros artistas como Ehlaba y Leandro y que consistía en la composición de una obra mediante la combinación de planos de color mientras Juan Valcárcel realizó un espléndido carboncillo, el artista visual Plácido Rodríguez registraba instantáneas a través de su ojo experto y de su cámara y los escultiores Luis de las Cuevas, Xavier Cuíñas y Luis Estévez trabajaban en las distintas fases de una escultura en los distintos materiales y técnicas.
El deslumbrante talento del músico y cantante Daniel Soldevilla hizo vibrar las paredes del espacio expositivo prestando su cálida voz a la experiencia creativa. El cromatismo vitalista de J. Valcárcel dinamiza el ritmo de la composición y Rivada presenta un oxidado atardecer rojo corroído de esmalte y un pez cobalto, una escultopintura que integra mediante el fuego, arpillera, metal y pintura sintética. Tres magníficas obras de Torres Pato. Pesca e vento una marina de texturas construídas con distintos elementos, y las vibrantes acuarelas Solidariedade para Gaia y Retratos de un ingenuismo sublime propio del artista carismático y querido. Un esplendido grabado de Poldras con mensaje poético y figuración inquietante. La Dulce espera de Luis de las Cuevas es una monumental escultura de bronce que remite en su aspecto austero y espiritual a Giacometti. El chico del peine de Pepe Cano traslada a un pasado arqueológico de los retratos de momias de El Fayum.
Expresiva y misteriosa es la magnífica fotografía de Itzíar Couce y es soberbio el retrato de una jovencísima Alaska de 1985 con un grano abrupto propio del revelado manuel. Vitalista y deslumbrante es Vidal Souto en sus dibujos y óleos con una figuración única. Revisa el tema del pintor y la modelo desde un sentimiento de joie de vivre.
También reinterpreta este tema Figueiras, reproduciendo una intimidad diferente a Picasso e introduciendo el paisaje en una escena de interior donde los personajes se aíslan en su ensimismamiento con un bodegón contemporáneo con la manzana de la traición, la dignificación del trabajo del artista y el vuelo de los pájaros en libertad. Una arquitectura azul de Luis Medina con un punto de vista muy alto y un paisaje surrealista de Lugrís Vadillo recuerda los planos deslumbrantes de Dalí. Árboles rojos de Alejos como una sinfonía de color y un imaginativo faro de Baamonde. Xilografías ascéticas del artista patagónico Adrián Pandolfo.
Un bronce figurativo de Lola Catalá y una magnífica técnica mixta de Villalobo remite al indolente primitivismo contemporáneo de Basquiat entre otros artistas. Una selección de instantáneas captadas por la mirada de Plácido L. Rodríguez ilustran el ambiente de la pasada festividad.