Una copa entre Madrid y Málaga

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El vigente campeón y el favorito del público se jugarán el título en O Couto en la final del sábado

04 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El fútbol rompe fronteras y allá donde uno se mueva las marcas Real Madrid o Barcelona tienen un carisma innegable. Y si en Bagdad o en una recóndita aldea de África conocen a Cristiano o a Messi, en O Couto son capaces de plantarse a pleno sol para ver a los juveniles merengues acercarse a su sexta Copa de Campeones, tal como se ha concebido el trofeo desde 1996. En el estadio ourensanista -a las cinco de la tarde de un día laborable-, los jóvenes de La Fábrica también fueron capaces de reunir a más de dos millares de espectadores para observar su semifinal contra el Villarreal. Y la finalísima del mediodía del próximo sábado, contra el Málaga, seguramente irá más allá de ese registro de afluencia de la doble sesión de miércoles.

Es impepinable que en Ourense hay ganas de fútbol de calidad y siempre han caído bien este tipo de competiciones de base de «alto standing». Ya desde el mediodía reinó un buen ambiente para ver la pugna entre Celta y Málaga, aunque el paso por taquilla no tuviera el tirón que siempre ofrece el reclamo madridista.

El sueño celeste terminó entre lágrimas y quizás los chavales de David De Dios nunca se merecieron un final así, aunque el trabajo realizado por los malagueños ante el Barcelona y ante el propio elenco olívico también dejó huella de su nivel de competitividad. Su propio entrenador, Dely Valdés, destacaba que un equipo acostumbrado a dominar sus partidos en Andalucía había sabido sufrir ante rivales de gran calidad.

Genes de Robaina y Koke

Si hablamos de clase, la vimos a raudales en la segunda semifinal, porque ya de antemano Real Madrid y Villarreal presentaban en sus filas a numerosos internacionales en categorías inferiores.

Los primeros aplausos se los llevó un murciano con camisola madridista, Alberto Fernández, al que parecía imposible frenar en la flanco diestro del conjunto de un Guti muy activo en el banquillo. Después llegó el turno de Dani Gómez. Si llegó con una tarjeta de visita que los presentaba como gran goleador, en Ourense enseñó dos.

En la grada corrió después el run run de los parentescos. Toni -hijo de un exjugador de Primera División, como Robaina- se salía en la segunda parte y Fran García, el primo del colchonero Koke, se comía la banda izquierda de una punta a otra. Y eso que Iván Martín, Joan Salva o Alejandro Millán dejaban ver en el Villarreal por qué habían vestido la Roja recientemente. El sábado más, vale la pena.

Al Celta no le bastó el gol del paisano de Pep Guardiola

Goles: 0-1, min 26: Alberto; 1-1, min 73: Alberto; 2-1, min 84: Escardó, de libre directo; 2-2, min 86: Ton Ripoll; 3-2, min 92: Escardó, de libre directo.

Árbitro: Fernández Rodríguez, del comité de Ourense. Expulsó por doble amonestación a Pedro (min 48) y por roja directa al final del partido a Álex Rey. También mostró amarillas a Riki, Pampín y a Hicham.

Kellyan, Robles, Cedenilla, Juande, Youssef, Iván (Antoñín, min 69), Maty, Hugo (Escardó, min 55), Jony (Alberto, min 63), Hicham (Eppy, min 86) y Joel.

Galnares, Carlos, Riki, Juanma, Salgueiro, Pedro, Álex Rey, Pampín, Aarón (Guille, min 55), Alberto (Ton Ripoll, min 77) y José Sobrido (Gabri Palmás, min 65).

La semifinal entre Celta y Málaga comenzó con un claro control olívico y con pólvora en los últimos metros gracias a las llegadas del internacional Alberto Solís, que probó a Kellyan a los 12 minutos y resolvió después un buen servicio de Álex Rey para el 1-0.

Los jóvenes guiados por el panameño Dely Valdés mejoraron su imagen tras el descanso y forzaron una acción crucial en el minuto 48, cuando el colegiado local, Fernández Rodríguez, señaló un derribo de Pedro Delgado dentro del área que le costó la segunda amarilla y dejó a los célticos con diez. Aunque Pablo Galnares atajó la pena máxima lanzada por el especialista Jony, a partir de ahí los andaluces se crecieron. Alberto García empató y su equipo volvió a brillar a balón parado, esta vez por medio de Ale Escardó, que en el minuto 84 logró la remontada, tras una falta protestada por la expedición celeste. Aún así, no se rindieron los vigueses y Ton Ripoll igualó ante el delirio de los suyos. El catalán de Santpedor -el pueblo natal de Guardiola- alimentaba la épica, pero una segunda expulsión (Riki) fue el preludio de otra falta en la Escardó sorprendió a propios y extraños.

Dos dianas de Dani Gómez hunden al submarino

Goles: 1-0, min 3: Dani Gómez; 2-0, min 21: Dani Gómez.

Árbitro: Muñiz Ruiz, de Pontevedra. Mostró cartulinas amarillas a Edu, Andrei, Joan y al madridista Óscar.

Incidencias: Gran ambiente en las gradas de O Couto, con mayor afluencia de público que en la sesión matinal, superando esta vez los 2.500 espectadores.

Belman, Zabarte, Fran García, Álex, Manu Hernando (Soti, min 86), Martín, Óscar, Toni, Alberto (Mink, min 66), Franchu (Javi, min 75) y Dani Gómez (Llario, min 63).

Josele, Andrei, Edu (Pepe, min 45), Jairo, Joan Salva, Loza (Jack, min 58),  Fran, Leandro (Andi, min 78), Villa, Iván Martín y Millán (Mou, min 63).

El Real Madrid se activó más rápido en un partido que abrió pronto gracias a Alberto Fernández, un puñal por la banda derecha. Su primera llegada al área la selló con un disparo que remachaba el goleador Dani Gómez, atento al rechace. Ese flanco seguía siendo una brecha importante para el Villarreal, que pronto vio como Dani Gómez alardeaba de sus cualidades como rematador, para firmar el segundo.

Con el partido encarrilado, el plantel amarillo reaccionó con las galopadas de Iván Martín y la batuta de Fran Álvarez en la medular. Pero su acción más incisiva fue anulada por fuera de juego, cuando Millán parecía recortar distancias. Calleja modificó su defensa para frenar a Alberto en la segunda mitad, pero fue Toni Robaina el que sacudió la meta de Josele con un zambombazo a la madera, antes de forzar un penalti que el mismo guardameta le detuvo al polivalente Óscar. Los goles se resistieron de ahí al final.