El COB ya no tiene margen de error para meterse en el play off y lo que es peor el equipo transmite unas sensaciones negativas desde el comienzo de la segunda vuelta que se han agudizado en las últimas jornadas para las cinco finales. Harán falta un mínimo de dos victorias y para ello habrá que ganar a un rival directo como Lleida o a tres candidatos al ascenso directo y favoritos para subir como Palencia, Burgos o Breogán. Un panorama poco o nada propicio ahora que ya Palma con su victoria en Palencia atrapó al COB y con Lleida solo hay un triunfo de margen. Todo esto son números, otra cosa es la realidad de un equipo que demostró ser capaz de todo y ante cualquier rival, pero que ha ido perdiendo efectivos por la falta de minutos y que ahora depende de seis jugadores y del acierto exterior de Mitrovic y Kapelan para certificar lo que sería un éxito a principio de temporada, pero que con el paso de la misma parecía estar casi certificado.
No meterse en play off tampoco sería un fracaso, pero sí una decepción para jugadores, técnicos y afición. Quizás aunque la liga no se detenga, en el seno interno deba hacerse una profunda reflexión sin mirar hacia otro lado o buscando excusas para frenar la caída libre de un equipo que todavía está a tiempo de poner un broche de oro a otra temporada llena de problemas en su inicio. La afición merece un último esfuerzo por parte de todos porque las alegrías no abundan precisamente para los más fieles tras los últimos varapalos sufridos.