2.614 defunciones y 1.124 nacimientos en 2016 en Ourense

p. s. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Los extranjeros añaden otros 415 bebés más, pero no son suficientes para equilibrar las cifras

01 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis demográfica golpea en Ourense de una forma contundente. Los datos que ofrece el Registro Civil son demoledores. En el 2016, según las cifras anuales oficiales correspondientes al último año, el número de fallecimientos que se han producido en la provincia es mucho más del doble que el de nacimientos, con 2.614 defunciones y 1.124 nacimientos inscritos.

La última cifra, la que corresponde a los nuevos ourensanos, incluye 1.079 nacimientos convencionales, es decir, en centro sanitario y con la comunicación formal en el plazo de 72 horas. Existe, no obstante, la posibilidad de inscribir «fuera de plazo», con un margen de diez días, que se puede ampliar hasta treinta en situaciones excepcionales. Fueron siete las inscripciones fuera de plazo en Ourense.

El detalle de los nacimientos incluye diecisiete en el domicilio común de los progenitores. Hubo veintiocho traslados de inscripciones, cinco adopciones internacionales y, de forma diferenciada, se contabilizan 415 nacimientos de extranjeros.

Las cifras del 2016 superan ligeramente las del año anterior, con 1.124 inscripciones -no cuentan ni fuera de plazo, ni extranjeros ni adopciones internacionales- frente a 1.107. Igualmente, el nacimiento de extranjeros, que se contabiliza de forma diferenciada, llegó hasta 415 desde los 345 asentados en el 2015.

En el otro extremo, el de las defunciones, se registró un ligero descenso, aunque supera con creces el de los nacimientos. Fueron 2.614 en el 2016, según los datos que corresponden al Registro Civil, cuando en el año anterior habían sido 2.663 las inscripciones de muertes. Tuvieron consideración de muertes «judiciales», ocurridas en accidentes o en circunstancias que dieron lugar a alguna intervención judicial, 75 en el 2016 y 86 en el 2015.

Al margen de la actividad relativa a los matrimonios, con 265 inscripciones -106 celebrados en las propias dependencias judiciales- en las que se incluye diez traslados, en el Registro Civil de Ourense se tramitaron en el 2016 otros 108 expedientes en materia de nacionalidad, de los cuales 49 corresponden a autorizaciones de opción a residencia, 41 son de residencia y 18 se denominan por presunción.

Inversión y galleguización

Se anotaron 240 inscripciones relativas a procesos de separación, reconciliación y nulidad matrimonial o divorcio; treinta opciones a la nacionalidad española, veinte recuperaciones de nacionalidad, una pérdida de nacionalidad española, 127 indicaciones de capitulaciones matrimoniales, 8 inscripciones de adecuación de nombres o apellidos al idioma gallego, veintiséis inversiones de apellidos y también dieciocho reconocimientos de filiación.

La actividad del Registro Civil en el 2016 añade también la inscripción formal de 55 incapacidades, 52 indicaciones de designación de previsora de tutor, 163 indicaciones de escrituras de apoderamiento, una inscripción de emancipación y doce inscripciones de adopción, de las cuales cinco tuvieron un origen internacional.

En materia concursal, al margen de la actividad puramente mercantil, se anotaron ocho declaraciones sobre este apartado.

El 2016 ha marcado, por otra parte, un nuevo descenso en el número de expedientes para tramitación de nacionalidades, con 108 solicitudes. Habían sido 192 en el año 2015 y 266 en el 2014.

UGT alerta del riesgo de pérdida de funciones en 83 juzgados de paz

A partir del 30 de junio entran en vigor una serie de modificaciones asociadas a la Ley del Registro Civil. Seguirá siendo un servicio público. El Ministerio de Justicia acaba de abrir un período para que los sindicatos puedan proponer modificaciones al borrador. El portavoz de UGT, Manuel González, alerta sobre un aspecto que ve preocupante, pues, en su formulación actual, podría dar lugar a que dejen de prestar servicio y atención directa a los ciudadanos un total de 82 juzgados de paz de la provincia, cuya proximidad se traduce en comodidad para los usuarios. La perspectiva de que se introduzca una nueva aplicación, que lleve aparejada la obligación de generalizar los trámites por Internet, puede llevar a que una simple fe de vida obligue al vecino de una aldea alejada a encargarla a otra persona, al no poder ir al juzgado de paz.