En una entrevista publicada en este periódico, Celso Delgado Arce dijo que «es absolutamente normal que haya atrasos con el AVE». Así, a bote pronto, se trata de afirmación llamativa teniendo en cuenta que los sucesivos Gobiernos han ido anunciando plazos que, visto lo visto, eran imposibles de cumplir porque, como dice el diputado ourensano del PP, una situación de este tipo es normal, «como lo es en todas las infraestructuras públicas que yo conozco en el conjunto de España». Él es parlamentario desde hace casi veinte años y está especializado en obras públicas. Es presidente de la comisión de Fomento del Congreso así que habrá que creer lo que dice, pero sus explicaciones no dejan de escocer en una comunidad como esta, que ve cómo otras disfrutan de la conexión de alta velocidad con la capital del Estado desde hace un cuarto de siglo.
El caso es que, según Celso Delgado, el último plazo comprometido por el Gobierno de Mariano Rajoy es, por fin, el bueno. Ojalá sea así y ojalá eso no signifique que el resto de las infraestructuras necesarias para la provincia acaben en un cajón. No en vano, desde Madrid no se cansan de insistir en la enorme inversión que está suponiendo la construcción del AVE. Si se hace esa obra, el resto podrían demorarse, aunque Delgado dice que estará vigilante para que el Gobierno cuente con esas actuaciones entre sus previsiones. Habrá que ver en qué medida los presupuestos impulsan las autovías a Ponferrada y Lugo, aunque sobre esta última una respuesta parlamentaria conocida el lunes no ha conseguido aclarar nada.