El exalcalde de Melón se tomó a risas la polémica que se originó por acompañar a su mujer a una reunión con la delegada de la Xunta. Alberto Pardellas Álvarez es de todo menos convencional. Su padre emigró a Lisboa, donde le fue muy bien, y él nació allí en 1965. Más que nada, para Pardellas la política ha sido un entretenimiento. Y se lo ha pasado muy bien. Como alcalde fue noticia a nivel nacional por «acampar» ante el entonces Ministerio de Vivienda para pedir la ejecución obras en el monasterio de la localidad -el mismo por el que acabó inhabilitado al permitir la construcción ilegal de un polideportivo junto él- o por poner en marcha una fiesta gastronómica del melón en un municipio en el que no se produce. Son solo dos ejemplos, pero la lista es interminable. «Parece que estades todos namorados de min», suele decir él al comprobar el revuelo que se forma en torno a todo lo que hace.