El portero que salió de la isla

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

SONIA RODRÍGUEZ

Vicente Sabater se ha metido en el bolsillo a la afición desde su llegada al CD Barco

24 ene 2017 . Actualizado a las 08:26 h.

No sonaba nada bien el adiós de un veterano como Marcos Macía, obligado a retirarse del fútbol a finales de octubre, dejando huérfano al Centro de Deportes Barco, sin su portero y capitán. Fue sin duda un duro golpe para los planes del combinado dirigido por Javi Rey.

Pero el fútbol es un engranaje que nunca se detiene y en las oficinas de Calabagueiros debían reaccionar con presteza. La directiva de Nilo Ramos y su director deportivo Tano Pérez tienen un observatorio en Bembibre, desde donde peinan el mercado del Bierzo, pero a estas alturas del siglo XXI, la Tercera División va mucho más allá en sus informes y les llegaron buenas referencias de un meta categoría superior, parado durante toda la primera mitad de la temporada.

Era el espigado Vicente Sabater De Juan, un mallorquín de 23 años: «Me quedé sin equipo al terminar mi contrato la pasada temporada en el Atlético Baleares, con el que estuve un año y medio en Segunda B. El objetivo era regresar a ese nivel y sabía que para eso debía salir de Mallorca. Me entrené por mi cuenta y con algún equipo por allí, en espera de una oferta y la verdad es que me cogió por sorpresa que el Barco se interesara por mí, pero el grupo gallego de Tercera me pareció una buena opción para pelear por volver pronto a Segunda B».

Lo cierto es que Vicente entró con el pie derecho en Calabagueiros. De inmediato caló entre una afición que es fiel a sus colores y que se vuelca con aquellos que, como el meta balear ponen toda la carne en el asador: «La verdad es que estoy muy bien aquí. En cada partido hay un ambiente mucho más animado que el que podíamos ver en la Tercera de las islas y la gente ha simpatizado muy pronto conmigo, tienen muchos detalles y espero corresponderles con buenas actuaciones».

Aún así, el cancerbero es tímido a la hora de hablar de sus propias intervenciones. Le gusta destacar el trabajo colectivo de todos sus compañeros y solo acepta su cuota proporcional a la hora de mantener la puerta a cero, una satisfacción que se sumó a los tres puntos en la cita de rivalidad provincial ante el Barbadás: «Es importante ganar y también que no te marquen goles, en este caso además se puso el partido difícil desde la expulsión de Pablo Corzo y hubo que emplearse a fondo para lograr una victoria muy valiosa».

Al joven Sabater se le nota cómodo en Valdeorras y ese era un detalle muy a tener en cuenta para un especialista como él, dentro de este complicado mundo del fútbol. Máxime teniendo en cuenta que era la primera experiencia fuera del archipiélago para un jugador que se formó en la cantera del La Salle, antes de pasar como aficionado al Playas de Calviá, donde se convirtió en una se las sensaciones de la Tercera División. Sus destacadas tardes en Magaluf lo llevaron a captar el interés del Atlético Baleares. Ahora, en el Centro de Deportes Barco, tiene claro que su reto es ambicioso: «La Tercera gallega está respondiendo a mis expectativas. Es una competición de nivel bastante alto, en la que cualquier equipo te puede dar guerra y los de arriba, en particular, son muy fuertes. Por eso será muy complicado llegar a estar con ellos, pero vamos a intentarlo».

Porque Vicente ya se ha documentado y sabe que su equipo se salió el pasado curso en la segunda vuelta: «Tenemos que intentarlo otra vez y remontar posiciones poco a poco, aquí hay un buen equipo y un ambiente muy sano en el vestuario». El primer puntal será el muro balear de que disponen los hombres de Javi Rey. De la bahía al malecón.