Condenada a seis meses de cárcel una chica de 20 años que rompió a otra la nariz de un cabezazo

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

La acusada, que no acudió al juicio, admitió durante la instrucción el incidente, pero no que la hubiera golpeado

26 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si existió alguna razón que diera lugar a la agresión que sufrió una joven ourensana en un pub de la calle Pizarro de la capital el día 22 de febrero del 2015, lo sabrá la autora. No lo ha dicho ni durante la instrucción del procedimiento judicial, ni tampoco en la vista, pues no asistió a ella. La jueza considera que las pruebas son concluyentes y ha condenado a la acusada, a la que impone seis meses de prisión, 2.200 euros de indemnización a la víctima y 900 euros al Sergas por la atención que precisó la lesionada.

El incidente se había producido sobre las cinco de la madrugada. La acusada, sin causa que lo justifique, como recoge la sentencia en los hechos probados, procedió a sujetar la cabeza de otra clienta, para propinarle a continuación un cabezazo a la altura de la nariz. Le provocó una fractura. Precisó de varias asistencias y tratamiento médico quirúrgico. Necesitó quince días para recuperarse.

Valora la jueza tanto el testimonio de la perjudicada como el de otras testigos que estaban con ella. Igualmente, aunque la acusada no acudió a la vista, durante la instrucción reconoció haber tenido un incidente, como que no había intervenido nadie más, aunque sin reconocer que diera el cabezazo.

Expulsada de casa

La sentencia deja claro que la cuestionada citación de la acusada en casa de su madre, que era la dirección de la que disponía el juzgado, fue correcta, sin que tengan influencia declaraciones posteriores de la progenitora en el sentido de que había echado de casa a su hija. Había sido advertida, dice la jueza, de que debía comunicar cualquier cambio de dirección.

En la ponderación de las circunstancias que rodean el hecho, la magistrada ha tenido en cuenta también «la actitud de la acusada, yéndose del lugar con posterioridad a la agresión, dificultando con ello la posibilidad de esclarecer quién había sido la autora de los hechos».