Los floristas denuncian la competencia desleal por parte de establecimientos que venden sus productos
26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Año tras año y de forma casi imperceptible la campaña de Samaín se ha asentado en la provincia, y promete no marcharse. Influida por el tirón de Haloween, una celebración originaria de países anglosajones como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido que ya se ha instalado en España, cada vez son más los ourensanos que participan en una tradición recuperada. Esta, a su vez, precede a otra mucho más arraigada en la cultura provincial y de carácter familiar, como es la del Día de Difuntos. Entre ambas han conseguido conformar una campaña que año tras año es más importante para el comercio local. Floristerías, tiendas de objetos de decoración, de disfraces y pastelerías son algunos de los negocios que más se benefician.
«Esta fiesta lleva creciendo de forma continua desde hace siete años y hoy en día se puede decir que se ha establecido como una campaña que nos alegra la caja, porque el tiempo que transcurre entre carnaval y carnaval se nos hace muy lago», asegura Patricia Torres, propietaria del establecimiento O Almacén, especializado en la venta de disfraces y artículos de fiesta. Durante esta semana -prevén abrir incluso el sábado por la tarde para facilitar las compras de última hora- el negocio se centra tanto en las máscaras como en los objetos para decorar. «Se vende mucha decoración. Cada vez la gente está entrando más en la dinámica de adornar su casa para los niños», explica Patricia, que añade que «también se venden muchos objetos para cumpleaños. Luego están los bares, pubs y discotecas, que ya tienen asumido que deben subirse al tren para funcionar durante estos días».
En cuanto a los disfraces, los más pequeños son los que más los demandan. «Los niños participan cada vez más en esta fiesta a través de los colegios, así que es una ilusión para todos y creo que se puede equiparar ya a una campaña de navidad», asegura.
Los dulces, otro reclamo
Algunos días llevan ya preparando las especialidades propias de este tiempo en las pastelerías de la provincia. Los dulces típicos tienen una gran demanda, así que quedan por delante jornadas con mucha venta y mucho trabajo. «Preparamos huesos de santo, buñuelos rellenos y huesos de san expedito», explica Sira, de la confitería Miguel. Asegura que son un reclamo importante para el negocio en estas fechas. «Son dulces que solo preparamos durante este tiempo, el resto del año no se pueden conseguir, así que tienen muchísima demanda, la gente está esperando a que lleguen estas fiestas para poder comprarlos y disfrutarlos», explica.
Polémica entre los floristas
Pero si hay un negocio directamente vinculado con la celebración del Día de Difuntos ese es el de las floristerías. En estas fechas los cementerios lucen centenares de plantas y flores que depositan las familias a esos seres queridos que ya no están. Para este sector se trata de una de las campañas más importantes del año, aunque aseguran que de un tiempo a esta parte están sufriendo una fuerte competencia desleal que año tras año aumenta. «Son particulares y establecimientos ajenos a este oficio los que usurpan nuestros puestos de trabajo, unos empleos por los que pagamos impuestos durante cada mes y que ofrecen calidad y garantías», denunciaba ayer mismo Inés Lage, presidenta de la asociación de floristas de la provincia de Ourense. Aseguran los afectados que durante estas fechas se alquilan bajos para destinarlos a la venta ilegal de flores, que también pueden adquirirse en los bazares, e incluso en los bares de algunos pueblos. «Muchas veces esta gente utiliza productos que proceden de fincas particulares, por lo que la calidad y la durabilidad no son la misma que la de las flores tratadas de floristería», explicó Inés Lage, que considera indignante que se produzca esta intromisión sin que las autoridades actúen. Por todo ello, aseguran que en los próximos días interpondrán las denuncias que sean necesarias ante la administración competente para acabar con estas prácticas.