Los planes contra el acoso escolar se reactivan con el nuevo curso

m. rodríguez OURENSE

OURENSE

santi m. amil

El año pasado dos casos llegaron a ser denunciados ante la Policía Nacional

01 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el comienzo del curso escolar, se reactivan en los centros educativos ourensanos y en los cuerpos de seguridad los programas para prevenir el acoso escolar, un problema que existió siempre pero que ahora alcanza mayor difusión debido a las redes sociales e Internet, en la modalidad de cíberacoso. La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen en marcha desde hace años el plan director por el que se establece una relación directa entre la policía con los centros y con la fiscalía de menores. Durante el curso pasado, el departamento de participación ciudadana de la Policía Nacional impartió ocho charlas de prevención del acoso y 21 sobre las redes sociales en colegios e institutos de la capital, además de otras para docentes o para padres.

En la mayoría de los casos, las situaciones de acoso se cortan en los propios centros. El año pasado solo dos llegaron a formalizarse como denuncias, pero hubo otros siete que podrían haber llegado a ser graves de no haberse atajado. «Cualquier pequeña cosa no es acoso, pero puede llegar a serlo y hay que cortarlo», explica la policía Teresa Ramos. Para que sea acoso, tiene que ser cualquier forma de agresión verbal, física o psicológica que se repita en el tiempo. Lo que tratan en los centros, y también en la policía, es evitar llegar a la denuncia porque, reconocen en la comisaría, «no es de mucha ayuda ni para el autor ni para la víctima».

Las familias no lo perciben como un problema habitual

Pese a casos graves que trascendieron en los medios, en las familias gallegas el acoso escolar no es percibido como un problema de convivencia en los colegios. Solo el 1,33 % de los que contestaron apreciaron el acoso o ciberacoso como una conducta habitual. Las amenazas o insultos y las agresiones verbales y físicas estaban en los primeros lugares, en una encuesta que realizó la Consellería de Educación el curso pasado entre 200.000 personas en Galicia.

En la comisaría llevan siete años aplicando este plan. Los casos más frecuentes se evidencian entre estudiantes de ESO, aunque el arranque suele ser en los últimos cursos de Primaria. Uno de los problemas para atacarlo es que la víctima no suele hablar. «Impera la ley del silencio» en los centros, dicen las policías. Ahí es clave la colaboración de amigos y la observación del profesor. Cuando se detecta, se llama a los dos (acosador y acosado), a sus respectivos padres y al jefe de estudios. Uno de los casos tratados implicaba a múltiples acosadores y se pidió a los amigos de la víctima que hablasen de forma anónima. Otro aspecto importante es aplicar las medidas en el momento oportuno. Luego puede ser tarde y en la mayoría de casos es la víctima la que se ve obligada a abandonar el colegio. Y ni a veces así cesa la persecución. En siete años, en la policía han visto dos casos de víctimas que siguieron siendo acosadas tras dejar el colegio a través de las redes sociales. El papel de los padres es clave para controlar lo que los menores hacen en Internet. «La mitad de los problemas de los niños es por falta de atención o tiempo. Hay que hablar con ellos. Lo importante es transmitirles seguridad», explican en la comisaría.