Detienen a cuatro dominicanos por facilitar un matrimonio fraudulento con el fin de obtener la residencia en España

La Voz OURENSE

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Según la policía, cobraban hasta cinco mil euros a compatriotas

31 ago 2016 . Actualizado a las 13:43 h.

La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas por su presunta implicación en delitos de falsificación documental y contra los derechos de los extranjeros. La denominada "operación muralla" se originó en una investigación del grupo de extranjería de la comisaría ourensana al detectar un posible fraude en un matrimonio con la finalidad de obtener el permiso de residencia comunitario. Según la policía, se comprobó que dicho matrimonio no estaba basado en una convivencia conyugal ni en una relación previa y que la solicitud de matrimonio era solo un instrumento para obtener la regularización y la nacionalidad española.

La práctica habitual en estos casos, indica la policía, es que las personas que siguen este procedimiento ilegal entran en España con un visado de turista y pagan unos 2.500 euros a los autores del fraude y otra cantidad similar una vez consiguen la regularización. Los detenidos son dos hombres y dos mujeres, de origen dominicano, como presuntos autores de falsificación documental y de favorecer la inmigración ilegal. Los detenidos conocían, según la policía, que se trataba de un matrimonio fraudulento pero lo certificaron como testigos, padre y hermana, que figuran en la declaración testifical. 

Esta práctica, señalan desde la comisaría ourensana, es habitual entre los dominicanos, para regularizar a compatriotas en cadena. Su modo de actuar es inscribir a los que llegan como turistas como parejas de hecho o matrimonio, en domicilios de compatriotas, para simular una convivencia y empadronarse como residentes, en un método denominado por la policía como "matrimonio blanco". Para dificultar el ser detectados, suelen residir en pisos cercanos a locales de ocio o discotecas muy transitados por latinos con el fin de complicar la vigilancia y el seguimiento por parte de los policías de extranjería. 

Los detenidos, que carecían de antecedentes, tienen edades comprendidas entre los 23 y los 42 años de edad.