Desde el 2012 la venta de pisos nuevos ha caído en picado

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

antonio cortés

El año pasado se comercializaron 390 viviendas a estrenar, frente al millar enajenado en el ejercicio del 2011

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El mercado inmobiliario se recupera lentamente de los malos resultados de los años de crisis, pero la venta de vivienda nueva está lejos de ofrecer resultados positivos. Los números demuestran que las transacciones comerciales del sector inmobiliario van creciendo mes a mes -el pasado mayo fue una excepción a varios períodos de crecimiento- pero el resultado se debe sobretodo al tirón de los pisos de segunda mano, que hoy por hoy son dos de cada tres de los que se comercializan en la capital.

Así lo denunciaban desde la asociación provincial de constructores durante la última asamblea general. Desde allí atribuyen esta situación al escaso stock que hay actualmente de vivienda a estrenar debido a la falta de obras nuevas, situación que vendría derivada de la falta de un plan de ordenación municipal en Ourense. «El mercado inmobiliario ya no puede casi ofrecer vivienda nueva», reconocía el propio presidente de los empresarios, Eligio Nieto, que asegura que si ahora mismo los compradores se decantan por los pisos de segunda mano, es simplemente porque es donde se encuentra la mayor oferta. Lo prueban los datos, que ellos mismos aportaron y que corroboran las estadísticas oficiales. En el año 2011 se comercializaron en la provincia de Ourense más de un millar de pisos nuevos, una cifra que desde entonces no ha hecho más que reducirse, hasta las 390 que se comercializaron el año pasado. La disminución supera el 60 %. Y ese año la situación sigue el mismo camino puesto que entre los meses de enero y mayo se han comercializado 160 pisos a estrenar. Es posible que, de seguir así la tendencia, se vuelva a registrar a finales de año un dato aún peor que el del ejercicio anterior. «Ante la escasa oferta de vivienda nueva el consumidor se inclina por buscar en el mercado de segunda mano un piso para reformar de acuerdo a sus necesidades», explican los constructores en su informe anual, en el que constatan que, solo en comparación con el año pasado, este indicador ha bajado un 17 %, mientras que la venta de pisos usados ha crecido casi un 30 %.

«Hay muchos barrios de la capital en los que hay demanda de nuevas construcciones, los compradores nos llaman y nos preguntan, si hay vivienda nueva estamos seguros de que se va a vender bien», aseguraba Eligio Nieto, que advierte que barrios como los de O Couto, Mariñamansa o Buenos Aires están necesitados desde hace tiempo de nuevas urbanizaciones. Desde su sector, llevan años reclamando la aprobación del PXOM.

Más préstamos

Las entidades bancarias comienzan a relajar las restricciones que, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, impusieron a quienes intentaban comprar un piso. Esa circunstancia no es ajena a que el mercado del a vivienda esté repuntando. Así lo aseguran en el informe anual de los empresarios del sector de la construcción, en el que se reconoce que existe «una notable relajación de las restricciones al crédito por parte de las entidades financieras». Sobre esta realidad, desde el sector se advierte que en el primer trimestre del año 2016 «se han registrado continuas subidas mensuales en el número de hipotecas formalizadas y su importe». En concreto, entre enero y marzo el incremento de créditos ha sido ya del 8,28 % respecto al mismo período del año anterior, algo que denota que por fin se está «abriendo el grifo».

Más importante todavía es el incremento de las cantidades concedidas por las entidades bancarias a los compradores de vivienda, que llega ya al 40,5 % si se compara con el año anterior. «El año comenzó en 4,26 millones de euros concedidos y ha alcanzado en el mes de marzo los 7,16 millones», constatan desde la asociación de constructores.

Si se vuelve la vista atrás y se compara lo que ocurre ahora con lo que sucedía en el 2014, cuando la crisis todavía golpeaba de lleno, se observa que en el primer trimestre de aquel ejercicio se firmaron 180 hipotecas. El valor de esas operaciones no llegaba a los quince millones de euros. Este año ese total ya supera los 17 millones, lo que indica que quienes no tienen demasiados ahorros pueden también pensar en hacerse con una vivienda en propiedad con ayuda de los bancos.

 No mejora el empleo

Esta circunstancia es, sin duda, un dato positivo para el sector de la construcción, que en los últimos meses está comenzando a crear empleo gracias a la reactivación del mercado. Sin embargo, desde la asociación provincial aseguran que «se trata de una variable que no acaba de recuperar los índices deseados». Así, el primer trimestre del 2016 evidencia una disminución en los puestos de trabajo, pasando de 9.012 empleos del 2015, como media, a los 8.726 actuales, por lo que el gremio espera que a medida que avance el año se obtengan mejores resultados y se consiga, al menos en parte, recuperar las cifras que manejaba el sector en Ourense antes de la crisis.

 Un motor económico

Parece complicado porque hasta antes de que comenzara, el sector de la construcción era uno de los principales motores de la economía ourensana. En el año 2007 las empresas tenían contratados a un total de 15.210 trabajadores, un número que reflejaba la buena salud de una actividad que proliferaba tanto en la capital como en los distintos municipios de la provincia, en las que las nuevas edificaciones surgían al abrigo del interés de los ciudadanos por comprar un piso en propiedad y de la disposición de las entidades bancarias a la hora de conceder préstamos destinados a la adquisición de vivienda. Pero la recesión fue especialmente severa con esta actividad y en estos años han sido muchas las empresas que han echado el cierre. Con su desaparición, se han perdido casi seis mil quinientos puestos de trabajo.