El consejo del COB deja dudas sobre el pasado y el futuro del club

jacobo rodríguez

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Gavilanes reconoce que fue un error dejar todo «en manos políticas» y abre la puerta a otros gestores

24 jun 2016 . Actualizado a las 23:13 h.

Nada está claro en el COB. Ni lo que sucedió en el pasado ni lo que pueda pasar en el futuro. El consejo de administración con el presidente, Antonio Gavilanes, y el consejero, Germán Rodríguez Saa, al frente ofrecieron la tan esperada rueda de prensa de explicación de lo sucedido en la fallida inscripción del equipo en ACB y del futuro que se le presente a un club como siempre al filo del alambre. A la hora de explicar todo lo sucedido en los últimos meses, asumieron en primera persona su parte como gestores «por dejar todo en manos políticas y no ser previsores de que podía fallar». En ese sentido, Antonio Gavilanes manifestó la falta de «independencia» que tuvo a la hora de tomar decisiones y que atribuyó al «bloqueo de tener que gestionar la operación con Abanca hasta la última semana» y aclaró que no se hizo nada para lograr esa independencia «porque dependemos de los máximos accionistas y su consenso».

Germán Rodríguez Saa también se manifestó en una línea similar: «Me hubiera gustado tomar decisiones por mí mismo, pero la situación de la sociedad es la que es y las decisiones las toman en un 75 % el accionariado mayoritario del club como se refrendan los estatutos». El mensaje de ambos fue claro al reconocer errores, pero haberse «dejado todo hasta el último minuto para conseguirlo, con todas las opciones como sacrificar parte del presupuesto con patrocinador principal, buscar inversores privados que algunos solo se comprometen con el club inscrito en ACB y otros no quisieron al no tener capacidad de decisión y hasta planteando hasta en varias ocasiones su dimisión por si éramos nosotros el problema». Y la frase final deja claro que para ellos no hubo voluntad de que esto saliese adelante: «Esto se conseguirá cuando a alguien le interese».

Instituciones

Lo que quedó refrendado es que la Diputación y el Concello apostaron por hacer la operación con Abanca y bloquearon hasta una semana antes de acabar el plazo cualquier otra gestión, pero para el consejo esa culpabilidad viene justificada «porque el año pasado apostaron por esto con poco tiempo y nadie se pensaba tantas trabas».

El foco de críticas llegaron a los partidos de la oposición en el Concello, no solo por su falta de apoyo, si no por los supuestos reiterados engaños sufridos. Se reconoció que la noche anterior al pleno del Concello se negoció con Gonzalo Pérez Jácome, líder de DO: «Nos citó en su casa y conseguimos convencerle para que cambiase de opinión, pero al llegar al pleno no lo hizo, aunque comenzó con la frase de que de sabios es rectificar». Y de Barquero la crítica llegó por tardar «desde febrero hasta quince días antes del plazo en manifestarnos que su apoyo era solo del 21%».

Abanca

La entidad firmó en diez días y con solo el compromiso de apoyo de Concello y Diputación el crédito en diez días la temporada pasada, provocando el mayor gasto de la presente temporada, 60.000 en intereses. Prometió a cambio un pequeño patrocinio que a día de hoy no cumplió, según el consejo, y se enrocó en la obligación de garantizar todo el capital bajo una ley que «se aprobó hace 18 meses y que ya estaba en vigor el pasado año». Además firmó el aval de la LEB Oro de 180.000 euros sin garantía alguna y ahora tampoco quiere hacerlo para la próxima temporada. Por todo ello «no entendemos esta postura y el desinterés mostrado».

Futuro

El actual consejo dejó abierta la puerta a cualquier proyecto «solvente» para llevar el club hasta el 27 de junio, algo que hasta la fecha no existe «oficialmente». Tienen el apoyo de Concello y Diputación y ahora mismo «el aval y por ello la inscripción del equipo en LEB Oro, que es el objetivo, no está garantizada». Abanca no firmará el mismo y ya trabajan en otras opciones. Lo que sí garantizaron es que el aval de la presente no se tocará porque ellos responderán mientras llegan ingresos pendientes.