La mujer atropellada había sido despedida casi quince metros desde el golpe cuando caminaba por la carretera de A Granxa
24 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Había bebido Felipe G. G., de 34 años, cuando circulaba en coche por la carretera de A Granxa sobre las nueve y cuarto de la noche del 30 de noviembre del 2014. Hacía caso omiso a la retirada del permiso de conducir por una sentencia firme anterior. Iba a más velocidad de la permitida y a la salida de una curva perdió el control del turismo. Atropelló a una mujer que caminaba por la acera y recibió un fuerte impacto. La cabeza de la viandante chocó contra el parabrisas del turismo y salió despedida para caer a una distancia de 14,85 metros. La mujer había fallecido al instante.
La responsabilidad penal del conductor, después de que la aseguradora del coche hubiera hecho frente a las indemnizaciones a favor de los familiares de la fallecida, quedó ayer cerrada con una condena de dos años y seis meses de prisión. Al responsable de esa muerte se le suspende el permiso de conducir durante cuatro años.
El imputado había huido tras el accidente. Con la particularidad de que se había visto obligado a conducir con la cabeza fuera del habitáculo, puesto que el parabrisas robo le impedía la visión. Detenido al día siguiente del suceso, al ser localizado el coche en un taller de San Cibrao, el implicado había acabado en la cárcel tras pasar a disposición judicial.
El acusado aceptó su responsabilidad por aquel suceso, que se ha concretado en una condena por un delito contra la seguridad del tráfico y uno de conducción temeraria en concurso con homicidio imprudente.
En la valoración de la responsabilidad criminal del imputado ha pesado como agravante su reincidencia.