Viña Costeira avanza en su relevo generacional y prescinde del gerente

Pepe Seoane OURENSE

OURENSE

Andrés Rodríguez, primero por la izquierda, y Argimiro Levoso, segundo por la derecha, en un acto solidario de la cooperativa
Andrés Rodríguez, primero por la izquierda, y Argimiro Levoso, segundo por la derecha, en un acto solidario de la cooperativa MIGUEL VILLAR

A Argimiro Levoso le comunicaron ayer el despido tras 28 años en el puesto

16 jun 2016 . Actualizado a las 10:54 h.

El cambio generacional en la dirección de la cooperativa vitivinícola do Ribeiro Viña Costeira, que cuenta con seiscientos socios, quemó ayer otra etapa con el despido del gerente, Argimiro Levoso Touceda (Barbantes Estación, 1959). Fue 2015 el período del asentamiento de la nueva presidencia, a la que accedió Andrés Rodríguez Gómez (Ourense, 1981) en sustitución de Manuel García Montero, que abandonó el puesto después de una larga etapa de cuarenta años como hombre fuerte de la junta gestora, incluyendo los últimos como máximo representante. En marzo se reforzó el equipo de dirección con la incorporación de una nueva dirección comercial.

La salida del ya ex gerente se gestó durante las últimas semanas, sin que, finalmente, se hubiese logrado un acuerdo sobre la indemnización que fuese satisfactorio para las dos partes, por lo que será en el edificio judicial donde se determine la cantidad y se liquide el asunto.

La marcha de Argimiro Levoso pone fin a una larga etapa de estabilidad en la bodega, a la que aquel se había incorporado en junio del 1988. Trabajaba entonces en el consejo regulador del Ribeiro. El momento era especialmente delicado y la cooperativa estaba sumida en una profunda crisis tras la salida de los entonces presidente y gerente, Javier Pousa y Manuel Cabezas. Eran ambos partidarios de la creación de una macrobodega, que sería el resultado de unir la cooperativa al proyecto «Fin de Siglo» que en Santa Cruz de Arrabaldo lideraba el fallecido Manuel Vázquez Arnoya y al cual se acabó incorporando Manuel Cabezas.

Superada aquella primera etapa de incertidumbre, Levoso Touceda creció y se consolidó en la empresa con juntas rectoras presididas por Antonio Reza y Jaime Maroto, antes de que Manuel García Montero asumiera abiertamente un liderazgo que ya ejercía puertas adentro.

El saneamiento de las cuentas y la modernización de las instalaciones fueron los primeros retos de finales de los ochenta y primeros noventa, sin olvidar la labor comercial de defensa frente a la agresiva gestión de aquella firma que acababa de nacer y que prolongaba la tradicional competencia de la bodega de Valdepereira con Ouro y Arnoya.

Viña Costeira se ha consolidado en los últimos años como uno de los principales motores de la denominación. Entre sus últimas apuestas se cuenta el desembarco en Valdeorras y la presentación de un Costeira tinto fuera de su comarca natural. Aunque los primeros pasos se habían dado con anterioridad, se trata de un proyecto que ya está liderando el presidente Andrés Rodríguez .

Muy atrás queda otra experiencia fuera de la comarca, en los años noventa del siglo pasado, cuando se adquirió un terreno en el Val do Salnés donde estaba previsto construir una bodega y elaborar vinos con sello Rías Baixas. Se llegó a embotellar albariño con la marca Vía Barrosa, pero el proyecto no cuajó, frenado por la crisis de entonces.

Preparativos para la convocatoria de una asamblea extraordinaria

El presidente de la cooperativa, Andrés Rodríguez, ha aclarado que la decisión sobre el gerente fue adoptada por unanimidad de la junta gestora y no es un acuerdo que se tomara de un día para otro. Con todo, pospone cualquier valoración sobre los motivos a la información que ofrezca a la asamblea general de socios que quiere celebrar durante este mismo mes de junio.

Las funciones del destituido gerente serán, según matiza, asumidas por la junta rectora y los distintos jefes de departamento de la estructura interna.

El despido del ex gerente no es, por otra parte, el único conflicto laboral que afecta a esta empresa ourensana. Otro trabajador de la cooperativa vitivinícola del Ribeiro, dedicado a labores comerciales, ha sido también despedido sin acuerdo y sin que el empleado aceptara las razones que le ofrecieron. La decisión adoptada por la junta rectora se encuentra ahora mismo pendiente de revisión judicial en el ámbito de lo social, al que ha acudido el trabajador afectado.