Cada ourensano gastó el año pasado 162 euros buscando suerteen una administración

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

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Las administraciones de lotería vendieron productos por valor de 51,7 millones de euros,

22 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ourensanos siguen buscando la suerte a la vuelta de la esquina. De acuerdo con las estadísticas oficiales que maneja Loterías y Apuestas del Estado, el año pasado los establecimientos de la provincia de Ourense vendieron juegos de azar por valor de 51,7 millones de euros, una cifra que supone una media de 162 por persona y que superó en casi catorce millones a la comercializada en 2014. Pese a todo, no alcanza los niveles de ventas que se constataban en la provincia hace unos años. «Se ha notado mucho la crisis económica y también la imposición del 20 % del impuesto en los premios», asegura Jorge Anta, propietario de una administración situada en el centro de la ciudad, que también advierte de que los juegos tradicionales tienen ahora una feroz competencia con el juego privado y, especialmente, con las apuestas deportivas. «Es una manera diferente de apostar, con premios inmediatos y socialmente atractiva, porque se pueden ganar 100 euros en una hora mientras ves un partido de fútbol», explica el lotero, que destaca que esta nueva modalidad ha afectado especialmente a un juego con mucha tradición en España, el de la quiniela, que lleva años a la baja.

Ahora a lo que con mayor frecuencia juegan los ourensanos, y los españoles en general, es a la primitiva. «Es la apuesta más antigua y difundida y se va manteniendo con el paso de los años», explica Anta, que asegura que tanto ese sorteo como el de la bonoloto, por ser los más económicos, son dos de los que cuentan con mayor respaldo del público. «Hay muchos clientes que vienen todos los días, en el caso de la Bonoloto, y se juegan un euro porque se pueden conseguir buenos premios sin gastar mucho dinero». Solo la primitiva, generó ventas el año pasado por valor de 14,5 millones de euros, mientras que la bonoloto llegó a los siete.

También el euromillones tiene muchos adeptos entre los clientes ourensanos y, de hecho, casi llegó a los diez millones el año pasado. Sin embargo, asegura Jorge Anta que el juego que más beneficios les genera es la Lotería de Navidad, que supone el 50 % de las ventas que se realizan en todo el año. Y aunque varios loteros consultados aseguran que tras la crisis se incrementó el número de jugadores, todos coinciden en constatar una disminución en el gasto por persona. «El aumento de clientes llegó de la mano del descenso en la recaudación», explica Jorge, que hace tiempo que ya no tiene apostantes que gasten 300 euros a la semana en juegos de azar, algo que antes sí le ocurría. «Han desaparecido los grandes apostantes», reconoce, recordando que en los «buenos tiempos», había clientes que invertían hasta dos mil euros a la semana en la quiniela. «Eso ha desaparecido por la imposición del impuesto del 20 % sobre los premios», explica.

Cuando se complicaron las cosas económicamente nació un nuevo cliente de loterías, el que se gastaba uno o dos euros. «Era algo que hasta entonces no habíamos visto», reconoce Jorge Anta Ahora el apostante medio invierte unos diez o quince euros a la semana, en los mejores casos se llega a 40 o 50 euros, buscando la suerte.

Ir y venir constante. El movimiento de clientes en una administración de lotería de la capital ourensana es constante. Mujeres y hombres, casi en igual número, hacen cola y pasan por ventanilla para apostar pequeñas cantidades en los juegos en los que puedan conseguir más bote. foto andrea estévez