«Sé donde está Teruel por el mapa»

m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Sancionan con 3.000 euros a un ourensano por conducción temeraria en una provincia en la que dice que no estuvo

04 may 2016 . Actualizado a las 07:44 h.

Más de un año lleva peleando el ourensano José Luis Domínguez para demostrar que ni él ni su vehículo estuvieron en Teruel la noche en que fue denunciado por dos patrullas de la Guardia Civil. Este conductor -después de que no prosperasen los recursos administrativos sobre dos de las cuatro denuncias- se ha visto abocado a recurrir a la vía judicial para confirmar, con testigos, que tanto él como su coche estaban en su puesto de trabajo cuando supuestamente se le vio circulando en Teruel. Pero hoy mismo, para evitar un embargo de Hacienda, abonará los 3.600 euros (3.000 por dos sanciones por conducción temeraria más el recargo del 20%), con la esperanza de que la Justicia le dé la razón y se los devuelvan.

La primera sorpresa para José Luis Domínguez fue recibir varias notificaciones de Tráfico informándole de que tenía cuatro denuncias por infracciones y por saltarse un control de una patrulla de la Guardia Civil en la provincia de Teruel. La fecha de la denuncia era del 9 de junio del 2015, pero las notificaciones le llegaron el 23 de julio. Según consta en las notificaciones, circulaba entre las 5.25 horas y las 6.15 por la N-330 a la altura de Cañete y se saltó un control, huyendo a gran velocidad y obligando a un agente a maniobrar para no ser atropellado. Esta patrulla dio aviso a otra que avistó al vehículo a ochenta kilómetros de distancia en la misma provincia. En ambos casos, apuntaron una matrícula con numeración igual a la del vehículo de Domínguez. El ourensano denunciado comenzó a moverse desde entonces para demostrar que nunca estuvo allí. «Teruel sé donde está por el mapa», asegura el afectado. Dos de los recursos que presentó por dos sanciones de las 6.10 de la mañana por no detenerse en un stop fueron atendidos y sobreseídas las denuncias, pero otras dos, por cuantía de 500 euros cada una -por conducción temeraria- siguieron adelante.

El ourensano asegura que nunca viajó a esa provincia ni prestó su coche a nadie, porque lo necesita cada día para desplazarse a su puesto de trabajo fuera de la capital. Lamenta que las notificaciones llegasen tan tarde, pues si las hubiese recibido antes hubiera podido demostrar que el coche estaba aparcado en su centro de trabajo. Pero las imágenes grabadas por las cámaras se borran allí al pasar un mes.

Tráfico le requería que identificase al conductor que circulaba con el coche, pero Domínguez explica que no pudo apuntar a nadie porque no dejó su coche a ninguna persona. Cree que todo ha sido un error, por la anotación equivocada de la matrícula o por el uso de una placa falsa, pero lamenta el coste económico de tener que pagar las multas sintiéndose inocente, de contratar un abogado para dos juicios contecioso-administrativos, y por el tiempo y la preocupación que le ha supuesto todo el papeleo.

La multa se triplicó al no identificar a un chófer distinto del titular

José Luis Domínguez alegó que él no era el conductor -que no pudo ser identificado en el momento por los agentes- al que se atribuyen las infracciones. Pero no pudo señalar a otro piloto que las pudiese haber cometido pues asegura que tiene el vehículo, un BMW 120, solo para su uso personal. Por este motivo, las sanciones de 500 euros por conducción temeraria se multiplicaron por tres, como estipula la normativa de Tráfico y pasaron a ser de 1.500 euros cada una. La DGT atendió parte de las alegaciones de que el titular del vehículo no era el responsable, pero no consideró probado que no fuese ese el coche identificado con su matrícula en dos ocasiones esa misma noche.

Ahora, el 18 de mayo y el 14 de junio, afrontará sendos juicios para intentar demostrar en el juzgado, con testigos de su trabajo, que tanto él como su coche no se movieron de Ourense. En la mañana siguiente al suceso estaba en su puesto de trabajo, lo que para José Luis Domínguez es una prueba, ya que no se pueden recorrer los 800 kilómetros entre ambas provincias en tres o cuatro horas.

En la DGT en Ourense afirman que a veces hay errores en las notificaciones, pero suelen ser relacionados sobre todo con los cambios de domicilios de los conductores. En este caso, serán los jueces los que tengan la última palabra.