¡Cáspita!

Pepe Seoane DIAGONAL

OURENSE

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya respiramos de otro modo los peatones de esta ciudad. Saber que existe recambio al cambio genera confianza, produce una tranquilidad que para sí quisieran otros. De vez en cuando, aunque solo sea por su vertiente terapéutica, se hace necesaria una inyección de autoestima, una dosis para reforzar la confianza en los gestores y cargos públicos. ¿Qué mejor, ante un bajón de moral de la tropa, acaso influida por la suma de elementos depresivos como el frío, la lluvia y la niebla, que la reprobación de un alcalde? Ayuda a mantener la tensión y es gratis. Óptimo, pues. Y didáctico, sobre todo para los nuevos, que abandonarán la corporación, con el mandato cumplido, sabiendo que podrán contar a los nietos, o a quien se le ponga por delante en unos años, que asistió a un pleno en el que se reprobó a un alcalde.

Cáspita, le dirán con previsible admiración, si el interlocutor es de los que aún recuerda las aventuras del Capitán Trueno, con sus inseparables Sigrid, Goliath y Crispín. Vale que no sirvió para nada, volverá a la carga el de antes, pero qué nivelazo, qué debate, qué coherencia, qué caras. ¿Caras? Ah, pues también. Hace menos de tres años, el actual portavoz socialista en el Concello -entonces en el gobierno: qué tiempos!- afeaba al PP en la oposición la inutilidad de una maniobra como la que ahora ha apoyado con evidente soltura. (El líder popular, sirva para completar el escenario, era el hoy vicepresidente de la Diputación, cuyo jefe también está reprobado).

Y entonces va y aparece de nuevo el capitán Trueno, con el mítico «voto a bríos».

¿Quién, Bríos? Pues que pase, que como reprobador o reprobado acaba cualquiera.