El delegado de Educación de la Xunta, José Luis Muñoz Lechón, mantenía hace 20 años un vivo intercambio de opiniones con la «Coordenadora de pais e nais do colexio público Irmáns Villar» a propósito de la saturación de este centro, ubicado en O Posío, y la conveniencia de construir un nuevo edificio. En un momento de reuniones, protestas y opiniones encontradas, el delegado de Educación reivindicaba el protagonismo del consejo escolar frente a la coordinadora de padres y rechazaba el informe del pedagogo municipal por partir de un presupuesto falso, a saber, que la Xunta pensaba construir un nuevo centro. Descartaba el delegado, por inviable, la ubicación que finalmente tendría el nuevo Irmáns Villar, la explanada de San Francisco, propiedad de Renfe. En septiembre de 2004 comenzaba a funcionar un nuevo colegio y el antiguo y criticado edificio servía para ampliar las instalaciones del instituto Otero Pedrayo. Entre 1996 y 2004 las protestas se repitieron, siempre con el telón de fondo de la falta de espacio por el incremento de alumnos.