No, no me gusta

OURENSE

02 dic 2015 . Actualizado a las 10:37 h.

No me gustó la imagen que protagonizaron  tres concejalas del Concello de Ourense. No entiendo que sean ellas las que en nombre de sus grupos políticos, pongan cara a un problema que es de todos. Y no es la primera vez. El caso Baltar llegó al Ayuntamiento, desde la Diputación, y parece que se ha convertido en un problema de sexos.  ¿Casualidad? No creo. No me gusta el cliché de «muller traballadora» ni que le pidan que tiene que disculparse «ante todas las mujeres». ¿Acaso  su actitud no falta también a los hombres? No, no me gusta. No me gusta que se hable de cuotas en política, ni de listas cremallera. No, no me gusta.  Creo que la defensa de la mujer, en todos aquellos casos que sea necesario, debe venir de toda la sociedad. Sin distinciones. Y en el caso del presidente de la Diputación, el golpe lo recibe todo Ourense. El hecho de que Ledicia Piñeiro (Ourense en Común), Juana Ageitos  (PSOE) y Ana Isabel Rebanales (DO) presentaran la moción en nombre de todas las mujeres dejó al resto de sus compañeros en una muy mala situación. ¿Acaso ellos no son capaces?, ¿No sería mejor que, ya de escenificar la unión, en el registro xeral estuviera uno y cada uno de los concejales de los tres partidos? Sí, eso sí me hubiera gustado. Supongo que durante el pleno del viernes sus voces, las de los hombres, se  escucharan. ¿O dejarán que lo debatan solo las mujeres, como si con ellos no fuera? En fin. El caso Baltar ha revolucionado la vida institucional en la ciudad y en la provincia. Y mientras unos debaten y critican y otros hacen oídos sordos, la sociedad en general piensa: «Esto va a quedar en nada. Como todo». Una pena.