«No estamos para tirar cohetes»

ana gonzález, r. n. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Antonio Cortés

La normativa vigente así como la reducción de los presupuestos en las fiestas populares complican el negocio de las pirotecnias en Ourense

02 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«No estamos para tirar cohetes». Esa es la nota de humor que pone Argimiro Alborés, presidente de la asociación gallega de industrias pirotécnicas, al analizar el complicado momento que atraviesa el sector. También en Ourense. Actualmente, tan solo son dos las empresas dedicadas a los fuegos artificiales que se mantienen activas en la provincia, tras el tráfico accidente de Pirotecnia Abad, en Leiro, en el que murieron tres personas. Se trata de Josman y Xaraiva. Los responsables de ambas firmas coinciden en la dificultad de sostener un negocio en el que las normativas cambian cada dos años. Esto, sumado a la Ley de Montes, que prohíbe lanzar fuegos en zonas susceptibles de incendio -«que en el caso de esta comunidad son la inmensa mayoría», asegura el presidente de la asociación- acaba con su principal fuente de ingresos, las fiestas rurales.

«Los pueblos se van acostumbrando, ven que el vecino de al lado no lo hace y entonces ellos tampoco se animan. Ni siquiera preguntan por los permisos», afirma José Benito Salgado, gerente de Pirotecnias Josman. Además, cada vez son menos las aldeas que se pueden permitir los fuegos artificiales. La despoblación de las zonas rurales y la crisis llevan a muchas comisiones de fiestas reducir su presupuesto.

La Ley de Montes, una de las principales causas de la crisis

Una de las principales trabas a las que tienen que hacer frente las pirotécnicas es la Ley de Montes. En ella se estipula: «Podrán ser declarados protectores aquellos terrenos forestales de titularidad pública o privada que sean destinados a la restauración, repoblación o mejora forestal con los fines de protección de aquellos». Para la conservación de este tipo de terrenos, se deben aplicar medidas que prevengan, entre otras cosas, los incendios. El fundamento por el que esta regulación resulta tan problemática para la industria es que en la mayor parte de los terrenos de Ourense el índice de riesgo diario en verano por incendio es extremo. Las principales causas son las altas temperaturas y el incremento de la maleza en las fincas.

Como consecuencia, se prohíbe lanzar cohetes en la mayor parte de pueblos en la época del año con mayor número de celebraciones. «En la costa aún se van salvando, pero aquí se está complicando mucho», declaraba el gerente de Josman. No obstante, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el 2012, menos del 1 % de incendios de este año fueron provocados por fuegos artificiales.

La firma Xaraiva, de Albarellos, resiste buscando mercado fuera de Galicia

Xaraiva se inició en el mundo de la pirotecnia en los años sesenta, lanzado fuegos y cohetes en pequeñas pueblos. Sin embargo, hoy en día les resulta imposible mantenerse únicamente con este camino. «Aldeas que tiñan oitenta habitantes, agora teñen dez, e xa non se poden permitir invertir nunha festa. Isto vai a menos», asegura Luis Do Espíritu Santo, gerente de la empresa. Sin embargo, no se dan por vencidos, optando por crear nuevos caminos por los que seguir avanzando.

La clave de la supervivencia reside en salir de Galicia y conquistar otras comunidades autónomas, donde además ganan concursos. «O facelo ben por alí ábreche novas portas», asegura Do Espíritu Santo. Este año han sido galardonados con dos premios: uno en la décima muestra internacional de Burgos y otro en el concurso de fuegos de San Fermín. Además de la cuantía que reciben por conseguir el primer puesto, ganar estas competiciones también significa publicidad y difusión. Factores muy necesarios para impulsar un negocio que vive básicamente de los ingresos de los meses de verano. ¿Lo esencial para seguir participando y ganando estas competiciones? «Traballalo moi ben e estar ao día en todo», afirma el gerente de la compañía.