La jueza lo absuelve del delito de resistencia
21 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Al ciudadano rumano Iosif D. S., de 40 años, le saldrá cara -al menos sobre el papel- la factura de 13,40 euros que intentó dejar sin pagar en uno de los establecimientos de hostelería del centro comercial Ponte Vella. Ha sido condenado por un delito continuado de daños, una falta de estafa, otra de maltrato y una más contra el orden público. Las multas suman 1.800 euros. Además, deberá pagar los 13,40 euros de la factura; las gafas del vigilante, que cuestan más de 500 euros, y 458,59 euros más a la comisaría de policía por los daños en una de las puertas de las dependencias oficiales, que golpeó.
El acusado había acudido al establecimiento hostelero sobre las diez de la noche del 13 de febrero del 2104. Se sirvió la comida que le apetecía del bufé, tomó dos copas de vino e intentó irse. La camarera alertó al persona de seguridad. Empujó a los vigilantes, intentó darle varias patadas y consiguió echar mano a las gafas de uno de ellos, que retorció y arrojó a la planta inferior. No acabó ahí el altercado. Se mostró desafiante ante la policía, por lo que fue trasladado a la comisaría. Insultó a los agentes mientras era conducido en el coche oficial y posteriormente la emprendió a patadas contra una puerta, cuyos daños han sido tasados en 485 euros.
La jueza lo absuelve del delito de resistencia.