El equipo de Gonzalo García de Victoria venció con claridad a los lucenses en un Paco Paz repleto de público
03 jun 2015 . Actualizado a las 13:31 h.El Club Ourense Baloncesto es de ACB, por derecho (91-65). Porque supo exhibir nervios de acero en una larga final, ante un Breogán digno, de lo mejor de la categoría, pero superado a la postre en los momentos determinantes de lo que fue un festival del deporte gallego. Un Paco Paz a reventar se convirtió en el sexto jugador para llevar a los ourensanos hasta la máxima competición del baloncesto nacional, replicando las gestas de las temporadas 88/89 y 99/00, aunque en esta ocasión la victoria del COB se pudo celebrar en casa. El Breogán, golpeado moralmente tras perder la ocasión de ascender el pasado domingo en Lugo, se vino abajo tras el descanso y no pudo con el empuje local. La segunda parte ya no tuvo historia y la renta fue creciendo hasta la paliza final, gracias sobre todo al gran partido de Marcos Suka-Umu, que anotó 24 puntos, repartió 7 asistencias y sumó 36 de valoración.
El primer acto de la dramatización de la final gallega mostró a un anfitrión que esta vez tuvo las ideas menos claras que su oponente, afianzado en el balón a McGhee, autor de los primeros nueve puntos lucenses. Al contrario, los hombres de García de Vitoria seleccionaban mal su lanzamiento exterior y no eran capaces de firmar buenos porcentajes, pese a que apretaban los dientes en cada acción y solo se descolgaban debido a su cruz en los tiros libres (2-7), para cerrar el cuarto con un 15-23, poco después de que Samb elevara con un triple la máxima renta forastera a los 12 puntos.
Pero ya en esos últimos pasos del período inicial comenzaba a notarse sobre la cancha el efecto Suka, aunque fue en el segundo episodio cuando el madrileño le dio esa vuelta de tuerca al partido que necesitaba el COB. Coincidió en cancha en el momento álgido de la tarde con un Guillermo Rejón que había logrado frenar la sangría en el juego interior, con un Cristian Díaz que le birlaba balones a los lucenses sin que apenas lo notasen y con un Edu Martínez que maquillaba los problemas existentes en el lanzamiento desde el perímetro. Sumando los cuatro últimos puntos del cuarto anterior, el parcial fue demoledor (32-5), mientras el Pazo Paco Paz estallaba como si los fuegos artificiales salieran de las mismas gradas del pabellón ourensano.
Adrenalina
A ese nivel de adrenalina, las características de Marcos Suka Umu eran el faro que necesitaban seguir los ourensanos, al tiempo que las piernas pesaban más a un Breogán que era víctima de un evidente bloqueo mental, pagando sin duda el golpe moral de haber perdido el match ball del domingo en casa.
Cuando los ourensanos pasaron de los veinte puntos de colchón (62-38), a poco más de tres minutos para concluir la tercera entrega, el objetivo era cuestión de paciencia, no siempre sencilla cuando se sube a lo alto de una ola de emociones como la que giraba en el anillo del Pazo Paco Paz.
El último cuarto del encuentro de la serie por el ascenso, fue más de lo mismo. Las caras de los jugadores del Breogán se alargaban y el COB seguía navegando tras la vela de Suka, mientras el resto de sus compañeros cumplía con su parte de la misión. Y es que más que nunca, el Club Ourense Baloncesto ha sido un equipo sobre la pista y en comunión con la afición.
COB: Brothers (10), C. Iglesias (3), C. Díaz (7), Arco (3), Rodríguez (0), Geramipoor (1), Rivero (7), Martínez (6), Rejón (9), Suka Umu (24), Fieler (6), Busma (15).
Breogán: Mortellaro (5), Llorca (7), Dani López (8), Samb (9), Matulionis (14), Sánchez (2), Álex López (4), McGhee (13), Van Wijk (3).