La Laboral se solidariza con la limpiadora desaparecida el día 2
21 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Durante las dos últimas décadas Socorro Pérez dirigió sus pasos, cada madrugada, a la zona alta del barrio de A Cuña. Allí, en el instituto Universidade Laboral y en el contiguo Centro Residencial Docente, trabajó como limpiadora hasta su desaparición el pasado día 2.
Compañeros de empresa, profesores, personal administrativo, antiguos trabajadores de la Laboral y alumnos se concentraron a mediodía de ayer en la explanada exterior como muestra de solidaridad y también para pedir que las fuerzas del orden no suspendan la búsqueda.
Fue la petición más repetida ayer. Lo dijeron los directores de los dos centros, José María Carballeira y Bernardino Pérez, y lo dijo, emocionada, Carmen Yáñez, prima de Socorro y miembro también del equipo de limpieza: «Esto es un sinvivir, estamos destrozados. Socorro es una persona que andaba a lo suyo, trabajadora, buena compañera, no hablaba mal de nadie. Nosotros no tuvimos sospecha ninguna de nadie ni de nada. No le encontramos explicación; por muchas preguntas que nos hacemos, volvemos a la misma conclusión».
Compañeras de trabajo de Socorro calificaban ayer de «rara» e «inquietante» su desaparición y su prima recordaba su última mañana de trabajo antes de desaparecer: «Estaba bien, tranquila, contenta, gastando bromas en el bocadillo. No se le notaba que tuviera algún problema».
La comunidad educativa tenía de ella una imagen de mujer tímida y reservada, máxime cuando la relación era superficial. Ella llegaba a las 5.30 de la madrugada y se iba cuando profesores y alumnos entraban a las aulas. Pese a esa distancia, ayer todos se unieron con un mensaje común: «Sigan buscando a Socorro».
Las autoridades aseguraron ayer que la búsqueda y la investigación continuarán. No se ha parado de hecho, pero lo cierto es que no aparece todavía un hilo del qué tirar. Todas las posibilidades siguen abiertas y se vuelven a revisar por los investigadores de la Policía Nacional, de las unidades del Servicio de Atención a la Familia (SAF) y de la de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), por si se ha escapado algún detalle.
La policía ha vuelto a hablar con las personas que la vieron en las últimas horas del sábado. Se siguen haciendo búsquedas por el río y por las zonas por las que solía pasear, pero no hay huella física de ella desde el 2 de mayo. Es como si Socorro Pérez se hubiese esfumado desde que fue vista cerca de un bar de Vistahermosa cuando volvía a su casa.
Sus últimos pasos conocidos, en el tramo entre este barrio y su casa en la calle Álvarez de Sotomayor, es otro de los recorridos a repasar. La policía está a la espera de que la compañía telefónica le permita acceder a los datos de los últimos contactos que tuvo Socorro y de un informe de localización de su teléfono móvil, aunque el aparato apareció en el piso, como otros efectos personales.
Accidente, suicidio o retención en contra de su voluntad siguen siendo las principales hipótesis. No se descarta ninguna.
La policía ha vuelto a hablar con las últimas personas que vieron a la mujer