Genio y figura es lo tuyo, estimado exalcalde de Ourense. Has vuelto a asomar la cabeza en la presentación de la lista del PP tras ocho años de ausencia (incluso física y censal) de la ciudad. ¿Por qué? ¿Por qué no lo hiciste en el 2011? ¿Por qué te daba grima entonces el Partido Popular que te encumbró y la ciudad que te enriqueció (¡cómo persona, no seas mal pensado!)? Semeja que vuelves por un puesto en Madrid sabiendo, porque además de ambicioso eres listo, que la mayoría de los ourensanos tienen amnesia y se quedan con tu sonrisa en lugar de analizar tu pasado. Si no fuese así, tendrías que volver pidiendo perdón. Perdón por paralizar durante una década (¡y lo que te rondaré!) el desarrollo de la capital por aprobar un Plan General que el Supremo declaró ilegal por haberse manipulado en la cocina en la que tú eras el chef. Sabes que sin la garantía jurídica de un PXOM sano, el desarrollo termal, la implantación de grandes superficies (¿leíste que Hipercor le reclama al Concello 1,5 millones de euros que debemos pagar todos?), el relanzamiento de la construcción, no son posibles. Un chanchullo así sería suficiente para retirar a un político de por vida. A ti, en cambio, el PP te encumbra y te aplaude en la presentación de una lista que más que de renovación parece ser de nostalgia. Nostalgia del pelotazo, del amiguismo, de los intereses económicos? ¿Será verdad, como dicen los partidos emergentes, que los tiempos políticos han mudado? A la vista de tu regreso me temo que nada de nada.