Los votantes de PP y PSOE son los más reacios a la gestión pública
12 abr 2015 . Actualizado a las 21:05 h.El debate sobre si el Concello de Ourense debe rescatar las concesiones privadas de servicios como el de la recogida viaria o el transporte público está de plena actualidad. Los problemas de algunas de las concesionarias y el clima político con partidos a favor de la remunicipalización de estos servicios ha puesto en el punto de mira a las empresas y su gestión.
Esa corriente de opinión favorable al rescate de las concesiones públicas en la ciudad es amplia y supera el 60 %. Según una encuesta elaborada por Sondaxe para La Voz de Galicia, seis de cada diez vecinos de la ciudad están a favor de que se recuperen servicios para que pasen a una gestión pública. Se opone, tan solo el 13 %, mientras que un 25,5 % no tiene una opinión formada al respecto.
Entre los vecinos que estarían afectados por un hipotético rescate de los servicios públicos, es decir los de la capital, también se muestran mayoritariamente a favor de que pasen a manos públicos. De hecho, el porcentaje de apoyo a esa medida es aún mayor que en la provincia, ya que sube hasta el 71 %. No hay diferencia en los que se oponen a la remunicipalización, mientras que el volumen de desconocimiento sobre el caso entre los habitantes de la capital provincial desciende hasta el 16 %.
Por edades, los que muestran más reticencias a que se recupere el control sobre la limpieza viaria o el transporte urbano son los que tienen más de 55 años. Los jóvenes, sin embargo, sí ven con buenos ojos esa operación.
Prisma político
El debate sobre la recuperación de las servicios privatizados tiene un marcado componente político, ya que formaciones como el BNG han mantenido en los últimos meses un discurso contundente en este sentido. El mensaje ha calado en sus votantes, ya que el 92 % de los encuestados que votaron al BNG en las autonómicas dan su apoyo a esta decisión. Sin embargo, los simpatizantes de PP y PSOE son más reacios. En el caso de los socialistas solo apoyan la medida el 43 %.
Solo el 13 % de los encuestados defienden que sigan en manos privadas
Los mayores de 55 años son los menos entusiastas con esta posibilidad
Solo dos de cada diez habitantes de la ciudad, descontentos con el autobús
El autobús urbanos mueve cada año una media de siete millones de viajeros. Se trata, por tanto, de uno de los servicios municipales que más contacto directo tiene con el ciudadano. A la vista de los datos del barómetro elaborado por Sondaxe para La Voz de Galicia, la concesionaria supera la prueba. En el caso de la capital ourensana, que son los vecinos que tienen un contacto más directo con el servicio, el 24 % de los encuestados entiende que su funcionamiento es muy bueno. Además, casi la mitad de los encuestados califica de buena la gestión que en la actualidad realiza la UTE Urbanos de Ourense.
Ese respaldo supone que tan solo dos de cada diez vecinos de la ciudad ve con malos ojos el funcionamiento de las líneas de transporte urbano. En concreto, el 16,2 % entiende que la gestión es mala y el 4,4 % que es muy mala. El 7,7 % no sabe valorarlo.
Como es obvio, el conocimiento sobre el servicio desciende en otros ayuntamientos, ya que en el global de la provincia hay hasta un 32 % de encuestados que prefieren no mojarse. Entre los que contestan, los porcentajes son más negativos que en la capital, ya que el visto bueno a la concesionaria tan solo le llega desde el 43 %, mientras que en el caso de la capital esa cifra se elevaba hasta el 74 %.
Los jóvenes, los más críticos
El análisis de los datos según la edad de los encuestados deja sobre la mesa la idea de que los jóvenes son los más críticos con la concesionaria del autobús urbano. Así, hasta el 23,9 % de los encuestados considera que se presta un servicio malo a los ciudadanos de la ciudad. Esa cifra se rebaja de manera considerable en el resto de franjas de edad. En el caso de los mayores de 55 años -colectivo en el que se incluyen los pensionistas que viajan de manera gratuita en función de su renta- la visión del bus es similar. Tan solo el 13 % ve con malos ojos su funcionamiento.
En clave política, la encuesta elaborada por Sondaxe para La Voz deja bien claro que los votantes del PSOE, partido del que depende la gestión del servicio, son los más satisfechos con su funcionamiento. Hasta el 53,7 % lo aprueba. En el extremo contrario se encuentran los votantes de Alternativa Galega de Esquerda y el BNG. El porcentaje de buena valoración baja en ambos casos hasta el 17 %.
El servicio entra en una fase de cambios, ya que en el mes de mayo concluye la concesión actual a cargo de la UTE Urbanos de Ourense. El Concello ya ha anunciado su intención de sacar el pliego de condiciones a concurso antes de que acabe este mandato. En todo caso, la adjudicación tendrá que realizarla ya la nueva corporación.
Los grandes contratos suponen una inversión que supera los 25 millones de euros
Las concesiones municipales suponen un desembolso anual considerable al Concello de Ourense. De acuerdo con lo que figura en los presupuestos a este fin se destinan más de 25 millones de euros cada año. El ránking de coste del servicio está encabezado por el contrato de la limpieza viaria y la recogida de basura, que consume casi diez millones de euros cada año, que se abonan a la empresa concesionaria Ecourense. El segundo desembolso de mayor volumen que realiza el gobierno local es en la concesión del agua, saneamiento y depuración. A este cometido, que se encarga de realizar en Ourense la firma Viaqua, se destina una cantidad de 6,2 millones de euros.
Personal
Para el autobús urbano, cuya concesión concluye el próximo mes de mayo y que hasta ahora estaba en manos de la unión temporal de empresas Urbanos de Ourense se reserva una partida económica de 5,5 millones de euros. Otros servicios externalizados a los que tienen que hacer frente las arcas públicas, a través de firmas privadas, son la ayuda a domicilio (2,9 millones), la grúa y la ORA (1,4), el cuidado de zonas verdes (0,8) o la limpieza de los edificios públicos (0,8). Para estos cometidos, las empresas adjudicatarias precisan de un personal que, según datos que se manejan en el Concello, supera a las 600 personas.