Buenas generaciones de juveniles avalan al contingente ourensano

L. M. R. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

El Pabellón mantiene un alto estatus en la División de Honor y en la Liga Nacional

31 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El fútbol de nuestra provincia está obligado a levantarse con proyectos serios a corto y medio plazo, tras la liquidación del Club Deportivo Ourense y uno de los indicativos más optimistas que se advierte en el horizonte cercano es el buen rendimiento de los equipos juveniles en los torneos nacionales y autonómicos.

El Pabellón mantiene un alto estatus en la División de Honor y en la Liga Nacional, en la que su equipo B aporta continuidad al trabajo. Con dos técnicos que conocen bien el club y las categorías inferiores, Guillermo García y Carlos Figueiredo «Figo», sus expectativas se están cumpliendo en el mejor de los supuestos.

De hecho, a dos partidos del final, el primer equipo ya ha garantizado una plaza entre los siete primeros del torneo por cuarta campaña consecutiva, o lo que es lo mismo, evitar agobios para amarrar la permanencia.

Por su parte, en la categoría inferior, el Pabellón B todavía debe rematar la faena en los cinco últimos partidos, pero su colchón es cómodo, a la espera de conocer el número exacto de los arrastres.

Y los buenos augurios no terminan ahí, porque el Ourense CF todavía mira con esperanzas fundadas hacia la División de Honor. El Victoria coruñés ya se aseguró la primera plaza de ascenso para los gallegos y la segunda parece cosa del Compostela o el propio plantel albinegro, separados por solo 3 puntos, con 15 en juego. Hasta ahora, el Areosa también estaba metido de lleno en la batalla, pero su último revés ha situado a los vigueses a 6 puntos del combinado de Oira, lo que minimiza sus posibilidades.

Con un técnico joven como José Antonio Rodríguez, los pontinos han logrado firmar una brillante campaña de debut en la categoría, rozando la matrícula de honor de un segundo ascenso competitivo. Poco más se les puede pedir.

Incluso en la Liga Galega Sur, en aplastante inferioridad numérica con respecto a los equipos pontevedreses, el Arenteiro y el Barbadás siguen con opciones matemáticas de llegar a la Liga Nacional, lo que sería una gesta de enorme valor para ambos clubes. La escuela carballiñesa, que estrechó su vínculo con la escuadra de Espiñedo, solo es superada por dos clásicos de la cantera gallega como el Calasancio monfortino y el Colegio Hogar olívico. Seis puntos separan al conjunto verde de este último rival, al que recibirá en casa en uno de los cinco choques restantes.

Los de Os Carrís, por su parte, vienen de perder la tercera posición tras un inesperado tropiezo en Porriño, pero a la vista de los enfrentamientos directos, de sus predecesores, todavía están en la pomada para buscar el más difícil todavía.

En suma, un buen ramillete de jóvenes futbolistas con los que trabajar en los próximos años. Varios de ellos a punto de dar el salto a la categoría sénior y con los alicientes de que el fútbol ourensano debe dar varios pasos hacia delante en campañas venideras. Su nueva imagen ya es un claro esbozo.

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