Niños y pan

Fina Ulloa
Fina Ulloa RECANTO

OURENSE

27 mar 2015 . Actualizado a las 12:00 h.

Llegó ayer a Ourense el ciclo organizado por la Xunta para intentar frenar el grave problema de despoblación que amenaza a Galicia con medidas que potencien la conciliación laboral. El objetivo es que los que todavía están en edad de procrear -que obviamente están también en edad productiva laboralmente-, se animen a tener churumbeles. Bien está la iniciativa, aunque lo suyo hubiese sido que Ourense no fuese la tercera parada de este ciclo que recorre la geografía gallega, sino la primera. Porque números cantan y en esta provincia la despoblación no es una amenaza, es una realidad contrastada. Aquí el problema no está tanto en cómo se concilia ser padre o madre con las obligaciones laborales. Aquí el problema radica en lo que no existe. El problema real de Ourense no es solo la flexibilidad de horarios o las iniciativas que faciliten la crianza -que también se agradecen, seguro-, sino, en mayor medida, la permanente sangría de la emigración que, a falta de mejores opciones para ganarse las habichuelas, han ido llevándose a nuestros jóvenes, generación tras generación. Primero marcharon a las américas, luego a Alemania, Francia o Suiza y ahora a cualquier parte del mundo donde haya posibilidad de encontrar un curro. Bien están las guarderías, los centros de mayores, el teletrabajo o la reducción de jornada; pero ni con esas Ourense remontará. No lo hará mientras no seamos capaces de mantener anclados a esta tierra al menos a un par de generaciones completas. Y eso solo se conseguirá si aquí pueden ganarse el pan.