La entidad ourensana presentará en abril un plan de viabilidad
27 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El futuro de las Cámaras de Comercio gallegas sigue en el aire. Mientras algunas de ellas, como la de Ferrol, se encuentra inmersa en un proceso de disolución, y en breve podría comenzar el proceso de fusión de las de Vigo, Pontevedra y Vigo, la de Ourense confía en poder mantenerse en el tiempo. Eso sí, todo dependerá del apoyo que reciba a corto y medio plazo de las instituciones provinciales y, sobre todo, del tejido económico de la provincia.
Los problemas financieros que atraviesan estas entidades desde que se suprimió el pago obligatorio de las cuotas por parte de las empresas, han hecho saltar por los aires la situación de estabilidad en la que vivían. De hecho, actualmente ninguna empresa de la provincia de Ourense colabora económicamente con la Cámara de Comercio, que subsiste gracias al dinero acumulado en los años de bonanza y al plan de ahorro que se ha puesto en marcha. Eso sí, tanto la directiva como los técnicos de la entidad trabajan desde hace meses en un plan de acción con el que pretenden darle un nuevo sentido a la institución, que pasaría a ofrecer servicios concretos a las empresas y a cobrar por ellos. La intención es que ese proyecto se presente a los empresarios el próximo mes de abril.
En marcha desde septiembre un ERTE que afecta a todos los trabajadores
La Cámara de Comercio de Ourense ha afrontado durante los dos últimos ejercicios momentos complicados, con unas pérdidas de casi un millón de euros. El desfase entre ingresos y gastos en el 2012 fue de medio millón de euros, mientras que el ejercicio del 2013 acabó con un déficit de más de 440.000. Aunque la entidad actualmente no tiene deudas y, según su presidente, dispone de fondos para aguantar todavía muchos meses, desde el mes de septiembre del año pasado fue necesario poner en marcha un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) destinado a reducir a la mitad los gastos en personal.
Esa regulación afecta a sus 19 empleados, que durante 18 meses verán reducida su jornada laboral al 50 %. Pese a ello, aseguran desde la institución que se mantienen todos los servicios, gracias a que se ha realizado una profunda reorganización del trabajo.
Dos mil emprendedores
De acuerdo con los datos recientes, el año pasado los servicios que ofertó la Cámara llegaron a dos mil emprendedores de la provincia de Ourense. Además, otros dos mil estudiantes participaron en alguna de las jornadas de formación que se impartieron. De cara al futuro, se pretende mantener esta línea de formación y asesoramiento pero también avanzar más en ámbitos como la ayuda a la internacionalización de las empresas de la provincia.
«Vamos a intentar mantenernos»
El actual presidente de la Cámara de Comercio de Ourense, Juan Carlos Parada, asegura que trabajará para conseguir que la institución se mantenga como una entidad independiente, sin contemplar la posibilidad de fusionarse con otras. «Nosotros somos únicos en esta provincia y queremos seguir en esa situación», aseguraba ayer mismo Parada, quien advierte que tanto él como su equipo seguirán trabajando para conseguirlo. «Vamos a intentar mantenernos», explica. Confía el responsable cameral en que el plan estratégico en el que llevan meses trabajando será un punto de inflexión. «Lo que queremos es actualizar la entidad y prestar servicios adaptados a las necesidades de las empresas, esta situación en la que estamos ya no tiene vuelta atrás», asegura, insistiendo en que «los empresarios tienen que entender que la Cámara puede ser la respuesta a muchas de sus necesidades, tenemos que comenzar a trabajar todos juntos».
Parada, que ya fue vicepresidente, se puso al frente de la institución a finales del pasado año, casi tres meses después de que el anterior mandatario, Celso Barbosa, dimitiera. En el primer pleno convocado para nombrar a su sucesor no se presentó ningún candidato.