Aceptan nueve meses de prisión por dejar solo a un bebé 50 minutos en una autocaravana

p. s. ourense / la voz

OURENSE

La condena corresponde a un  delito de abandono de familia

29 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta cincuenta minutos los que estuvo solo un bebé en el interior de una autocaravana estacionada en Barbantes. Sus lloros alertaron a algunas personas que los pudieron escuchar. Intervino la Guardia Civil. Los padres del pequeño se enfrentaron ayer a una acusación como autores de un delito de abandono de familia, sin la concurrencia de circunstancias atenuantes. El fiscal rebajó su inicial petición de condena, que era de catorce meses de prisión, por nueve meses. No irán a la cárcel, pues la conformidad les ha permitido saber que en el Juzgado de lo penal número 2 de Ourense les concederán la suspensión de la ejecución de sentencia, con el compromiso de no volver a delinquir.

El escrito de acusación del fiscal, al cual los acusados prestaron conformidad los padres del bebé, sitúa el episodio alrededor de las ocho menos curto de la tarde del día 1 de septiembre del 2011. Los imputados, Tania D.H.H. y Fabio L., ambos de nacionalidad italiana y sin antecedentes penales, dejaron solo a su hijo menor en su autocaravana. Se ausentaron del lugar alrededor de cincuenta minutos.

La intervención de la Guardia Civil, requerida por personas que se percataron de la situación por la intensidad de los lloros del pequeño, dio lugar a la apertura de diligencias en el juzgado de Ribadavia. Las versiones ofrecidas por los acusados y las declaraciones de los testigos coincidían en lo básico, que era el llanto y que el bebé había estado solo, pero no en otros detalles.

 

 

Trabajo como vendimiadores

 

Los acusados buscaban, al parecer, trabajo como vendimiadores. La madre explicó que el pequeño se había dormido, sin haber hecho antes siesta, después de una mala noche por dolores propios del nacimiento de los dientes. En esa situación, aprovecharía para acompañar a su pareja a echar gasolina en la moto en la que se movían, aunque se apeó a cien metros del lugar donde habían estacionado la caravana. Fumaba un cigarrillo cuando vio pasar a la Guardia Civil. No le dio importancia. Al regresar el acusado y volver a la autocaravana vieron cómo uno de los guardias trataban de entrar en el vehículo. Quince minutos, según la impresión de la pareja, fue el tiempo que estuvieron fuera de la caravana. Era la única vez que lo dejaban solo, según dijeron, pero otras tres personas, las que alertaron a la Guardia Civil, amplían el período de abandono a unos cincuenta minutos. A las 20.00 estaba registrada la llamada de aviso. Y los padres regresaron a las 20,45, según comprobó uno de los guardias civiles. En aquel momento, el bebé ya estaba tranquilo y había dejado de llorar tanto pronto como uno de los agentes, el primero que entró en la caravana, lo cogió en sus brazos. El caso quedó cerrado ayer.