Tras crear el patronato y aprobar los estatutos, se procederá al registro. El conselleiro de Cultura, el presidente de la Diputación y el presidente de la RAG acudieron al acto
27 ene 2015 . Actualizado a las 03:51 h.La Diputación promovía en septiembre del pasado año una reunión en la que se daba a conocer la intención de crear la Fundación Eduardo Blanco Amor y se entregaba la propuesta provisional de estatutos a los participantes, con el objetivo de que analizasen los mismos y presentasen las alegaciones o modificaciones que considerasen oportunas.
En la jornada de ayer se procedía a constituir el patronato y se aprobaron los estatutos de la que será la fundación que mantendrá vivo el legado del escritor y periodista ourensano. Los patronos de la Fundación Eduardo Blanco Amor son la Diputación de Ourense, ejerciendo el titular de la misma como presidente de la nueva entidad, los representantes de la familia -Eduardo Camilo Bóveda Sebastián y María Concepción Bóveda Gómez-, la Xunta de Galicia -a través de Cultura y en la jornada de ayer del conselleiro Jesús Vázquez-, el Concello de Ourense -representado por Ana Garrido-, la Real Academia Galega -Xesús Alonso Montero estuvo en la reunión-, la Editorial Galaxia -participó Xosé Manuel Soutullo- y el Centro Pen Galicia -su presidente, Luís González Tosar, estuvo presente en el acto-.
Del legado a nuevos estudios
Según figura en los estatutos aprobados, los objetivos de la nueva fundación serán: «
A conservación e difusión da obra e o legado do escritor Eduardo Blanco Amor; a promoción de actividades de estudo e investigación nos campos da literatura; o xornalismo, a lingua galega, as artes, en especial a fotográfica, e os estudos históricos e políticos; a dinamización e promoción sociocultural da provincia de Ourense, e a potenciación e difusión da cultura e a realidade sociocultural de Ourense, en particular, e Galicia, en xeral; no exterior e a colaboración con entes público-privados de fins semellantes
».
En la reunión se recordó que recientemente, el pasado día 16, se cumplieron los 50 años del regreso definitivo del escritor a Ourense y el presidente de la Diputación, y de la fundación, informó que la institución dotó una partida de 30.000 euros en el presupuesto de este año para promover actividades vinculadas con la figura del homenajeado.
«Unha arela de décadas»
El presidente del Centro Pen Galicia, Luís González Tosar, reconocía tras la reunión constitutiva que «
vimos perseguindo este soño dende hai moitos anos, esta é unha arela de décadas, van alá 25 ou 27 anos dende as primeiras homenaxes -aínda vivía Marcos Valcárcel-. Tamén é certo que polo medio fóronse conseguido cousas e materializando proxectos: a ofrenda anual, a celebración dos 50 anos de
A Esmorga
, o monumento en Bispo Cesáreo, a entronización na Insua dos Poetas, a localización da familia e agora todo será moito máis doado cunha fundación
». Blanco Amor fue, en 1977, el escritor que presidió el colectivo de autores que intentaron crear el Pen Galicia, aunque no fructificó el proyecto entonces y hubo que esperar varios años para hacer realidad el reconocimiento.
Tras la reunión de ayer, ahora se promoverá el registro oficial de la entidad y su reconocimiento como de interés gallego.
El último número de Grial repasa, con Ignacio Vilar, el rodaje de «A Esmorga»
El cine gallego y la celebración de los 25 años de Cinegalicia protagonizan el último número de la revista Grial. La editora de la misma, Galaxia, puso la nueva entrega en las librerías en los últimos días y el volumen -el número 204 de la colección- ilustra su portada con una fotografía del rodaje de A Esmorga en la que aparecen Karra Elejalde y Antonio Durán Morris . La publicación se centra en el audiovisual gallego, en la portada se titula con el ilustrativo 25 anos de cine en Galicia, y entre los contenidos -entre otros figuran artículos de Miguel Anxo Fernández, Eduardo Galán Blanco, Margarita Ledo Andión- se incluyen ocho páginas bajo el epígrafe Unha baixada aos infernos. Conversa con Ignacio Vilar, director de A Esmorga . En la misma, teniendo como interlocutores a Víctor F. Freixanes y Xosé M. Soutullo y participando el actor Antonio Durán, se hace un repaso de cómo surgió el proyecto, la dureza del mismo -Vilar recuerda que pasaron quince días en la Residencia de Tempo Libre do Carballiño preparando el rodaje y acabaron por bautizar el proyecto como O resplandor , como un guiño a la película por el ambiente de exigencia y encierro vivido-, la maestría de Blanco Amor en la literaturización de la tragedia o la dificultad de llevar el ambiente de la misma a la pantalla. Vilar reconoce su satisfacción por el resultado y por la acogida del público y reitera su convencimiento de que A Esmorga marca un punto de inflexión en la historia del audiovisual gallego.