El líder provincial del partido admite discrepancias, pero defiende a Barquero
21 dic 2014 . Actualizado a las 04:55 h.En unos días se cumplirá un mes desde que el PSOE celebrase primarias en Ourense para elegir a su candidato a la alcaldía en las elecciones municipales del año 2015. Ese proceso sirvió, de nuevo, para visibilizar la división que enfrenta a la dirección local del partido, que apoyaba a José Ángel Vázquez Barquero, con la provincial, que defendía a Pachi Vázquez. Cuando la votación la ganó el primero, el segundo dijo inmediatamente a los medios de comunicación que Barquero sería a partir de ese momento su candidato. Sin embargo, sus llamamientos a la paz interna -y también los lanzados por el ganador- podrían caer en saco roto ya que algunos rencores son difíciles de olvidar.
La demora en instalar la iluminación navideña en la capital ourensana ha sido la excusa perfecta para que los ediles pachistas criticasen a los fieles a Vázquez Barquero en privado e incluso en reuniones oficiales del Concello, como aseguran que ocurrió con motivo de una junta de área de Cultura celebrada esta misma semana. Pese a todo, el mensaje que se traslada de puertas para afuera es muy diferente. En su última comparecencia pública, el secretario provincial de los socialistas, Raúl Fernández, aceptaba deportivamente la derrota. «O candidato elixido polos militantes é o meu candidato e debe ser o candidato de todos os socialistas máis alá de discrepancias que pode haber na xestión dos asuntos diarios», señaló el líder del PSOE, que no pudo ocultar sus afinidades cuando insistía en recordar que las primarias se celebraron «grazas ao impulso de Pachi Vázquez».
En teoría, por lo tanto, José Ángel Vázquez Barquero cuenta con el apoyo del partido en su objetivo de revalidar la alcaldía para los socialistas en el año 2015. Sin embargo, para hacer esa afirmación con seguridad habrá que esperar a un momento clave, que no es otro que la elaboración de la lista electoral completa que presentará el PSOE. El candidato ha dicho que apuesta por un proyecto integrador, en el que tendrían cabida personas próximas al bando pachista, pero solo aquellas «que sumen, no que resten». Las medida en que esa promesa se haga realidad determinará en gran parte si el partido llegará o no a la cita con las urnas con una mínima unidad interna.
Habra que ver, también, qué papel adopta el propio Pachi Vázquez en todo este proceso. El carballiñés, próximo ya a la edad de jubilación, ha desaparecido de la escena pública tras perder las primarias. Esa derrota parece alejarlo de cualquier opción de futuro político.
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