Alba sueña con poder desarrollar su trabajo en Galicia, o en algún lugar de España, pero a día de hoy no hay mercado. «En el campo en el que estoy trabajando actualmente no hay posibilidades. En España existe la comercialización de productos médicos, pero ni una sola empresa que trabaje el proceso completo de investigación, diseño y producción. Siendo realista, tampoco creo que pudiera encontrar una oferta similar. En el sueldo, aunque el nivel de vida sea más alto, la diferencia compensa» asegura. En ese aspecto, cree que las empresas se aprovechan de la crisis. «Veo ofertas que piden 10 años de experiencia y ofrecen un salario inferior al mío actual; con la excusa de la crisis quieren conseguir personal altamente cualificado y no pagarlo como corresponde». Aún así no pierde la esperanza. «Quizá algún día aumente la inversión para ciencia e investigación, dejemos de ser un país de servicios y empecemos a fabricar nuestros productos. Que nuestras ideas se materialicen en otros países, no es rentable ni ayuda a crear empleo», opina.