Seis cámaras vigilarán las infracciones de los conductores verinenses
25 nov 2014 . Actualizado a las 13:00 h.En los próximos días el contrato quedará formalizado, pero la adjudicación del servicio ya está decidida y en un plazo máximo de tres meses el Gran Hermano llegará a las calles de Verín. Afectará, eso sí, a la circulación vial, no a la vida privada de los conductores y consistirá, concretamente, en la instalación de cámaras para controlar la infracciones que se cometen en el casco urbano de la localidad verinense.
Seis dispositivos grabarán durante las 24 horas los movimientos de los vecinos y visitantes que pasen por la villa, pero solo quedarán registrados aquellos que no respeten las normas de circulación. Se vigilarán los excesos de velocidad, la entrada de vehículos no autorizados en la zona semipeatonal del casco viejo y se detectarán los coches que se salten los semáforos en rojo.
El alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, explica que el principal motivo para la puesta en marcha de este tipo de vigilancia es la seguridad de los peatones. «Mucha gente nos pedía que tomáramos medidas porque los coches pasaban a una velocidad espeluznante», dice el regidor, que recuerda que en el 2011 murió atropellado un niño de seis años en la carretera de Laza, uno de los puntos donde se situarán los radares contratados por el Concello. Otro de ellos estará en la avenida de Portugal, un lugar de especial interés para la circulación por encontrarse allí varios centros educativos. «No es que vayamos a cazar a la gente. Lo que queremos es que vayan a una velocidad normal», concluye Jiménez.
Además de proteger la seguridad de los peatones, la instalación de cámaras para controlar a los conductores que pasen por Verín servirá también para incrementar la recaudación del Concello. El Ayuntamiento prevé ganar 150.000 euros más al año por el cobro de multas de tráfico. La empresa seleccionada (la UTE formada por Veicar y Bilbomática) se quedará con el 35,01 % del dinero recaudado y se compromete a suministrar, instalar, poner en marcha y mantener durante cuatro años los dispositivos previstos para el control de las infracciones viales.
«No es que vayamos a cazar a la gente. Lo que queremos es que vayan a una velocidad normal»
Juan Manuel Jiménez