El último reducto para melómanos en Ourense

edith filgueira / r. n. p. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

IAGO CORTÓN

La tienda Peggy Records resiste en su 25 aniversario a la crisis del sector

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:10 h.

Fue en 1989, hace ya 25 años, cuando abrió sus puertas Peggy Records. El inicio de su aventura fue coetáneo al momento en que se estaba produciendo la transición del vinilo al cedé y cuatro años más tarde este ya era el rey de todos los saraos. «Nosotros cuando montamos la tienda la base aún era el vinilo y después fuimos pasando por todas las fases del soporte digital hasta el pico más alto, que fue sobre el 2001, a partir del cual empezaron a ir mal las cosas y muchas tiendas cerraron», comenta Carlos Álvarez, alma máter de la tienda ourensana. Esa evolución, según los datos que ofrece la asociación de productores de música de España, desde ese año hasta el 2013 la facturación en la industria musical cayó en hasta un 80,9 %.

La lucha por la supervivencia hizo que muchas grandes superficies vendieran a precio de coste para atraer a clientes y en el 2004 la crisis empezó a ser palpable. Las tiendas cerraban de forma masiva, unas detrás de otras y Ourense no fue una excepción. La situación no ha cambiado y Peggy Records es la única tienda de música que resiste a los envites de la crisis en la capital ourensana. «La única manera de seguir en esto es que lleves muchos años de trayectoria, tengas tu negocio saneado, puedas conseguir el producto, sepas lo que vale y no tengas cargas bancarias que te arrastren», explica Carlos.

En cuanto a los vinilos lo tiene claro: están de moda gracias a dos vertientes. Una es la del sonido, de los que tienen un buen equipo de música y quieren que su disco suene bien; y la otra es la del coleccionista, de los que buscan una edición en concreto de los Rolling o de su grupo preferido. «No podríamos vivir del vinilo ni en broma porque supone alrededor de un 20 % del negocio, aunque está claro que el que tiene un cedé en casa puede tener buena música, pero el que tiene vinilos tiene «joyas».

Da igual lo que se busque porque si no se encuentra en la tienda, se pide. «Intentamos adecuarnos a cada cliente que entra por la puerta, porque en España solo quedan tiendas especializadas en ciudades grandes como Madrid o Barcelona», relata Carlos.

La atmósfera de Peggy invita a consumir a cualquier persona a la que le guste la cultura -también venden libros y películas de segunda mano-, pero lo que es más importante: invita a repetir.