Eladio Osorio Castro ya no es alcalde de Castro Caldelas. Hace apenas unos minutos, y después de casi 28 años en el cargo, ha presentado su dimisión en el pleno. Lo ha hecho apelando a motivos personales y convencido de que hay que dejar entrar a las nuevas generaciones, según sus propias palabras. Pone fin de esta forma a sus 36 años en la política activa, ya que antes de lograr la alcaldía estuvo dos mandatos en la oposición. Pasará a ser un militante raso, sin cargo alguno. No los quiere, según ha confesado; aunque se brinda para colaborar siempre que así se lo pidan.
En su intervención, no solo ha hablado de los suyos, sino también de los contrarios, de quienes ha destacado el papel positivo y colaborador que han mostrado siempre, frente a los líos que se ven en otras administraciones.
En su despedida, Osorio está acompañado de otros socialistas de la provincia, como los líderes del partido en Ribadavia, Marcos Blanco, Parada de Sil, Pago Magide, y Petin, Miguel Bautista, la diputada María Quintas y el senador Miguel Fidalgo.
Sara Inés Vega, que ejerce como teniente de alcalde, queda ahora como regidora. En el plazo máximo de diez días se celebrará el pleno para la elección de alcalde, en el que Vega recibirá el bastón de mando.