Cruz Roja Carballiño recogió latas para financiar los programas de ayuda a las familias de la comarca
29 oct 2014 . Actualizado a las 04:55 h.A principios de agosto la asamblea comarcal de la Cruz Roja en O Carballiño puso en marcha la campaña «Por favor, danos la lata», una iniciativa original que ha tenido una extraordinaria respuesta entre los carballiñeses.
-¿Qué objetivo tiene?
-Son dos: uno ecológico y el otro social. Queremos concienciar sobre el excesivo consumo de latas y el perjuicio que esto conlleva para el medio ambiente y además, los fondos de la venta de este material que recogemos los destinamos a las familias más necesitadas de O Carballiño: desde alimentos a productos de higiene, material escolar, medicamentos...
-¿De quién fue la idea?
-La iniciativa surgió de nuestro voluntariado. Diego Reboredo, que forma parte del grupo de Medio Ambiente, fue el impulsor pero todos ellos se han implicado al máximo. Fueron voluntarios los que contactaron con los hosteleros de la zona para pedirles colaboración para que nos guardaran las latas semanalmente, y también son los que se han encargado de la recogida todos los viernes.
-¿Sólo se enfocó a los establecimientos hosteleros?
-No. También a la población en general. Las personas particulares se acercan por la oficina de Cruz Roja y las entregan en mano o las dejan en el contenedor diseñado también por los voluntarios con ese objetivo. Luego acumulamos las latas en un almacén y allí las plegamos con un aplastalatas medieval, es decir, una piedra; El objetivo era que ocupasen el mínimo espacio.
-¿La población se implica en este tipo de iniciativas?
-Casi todas las semanas recogemos tres o cuatro sacos de latas. La verdad es que los vecinos responden bien a todas las campañas, actividades y llamamientos que realizamos. Tenemos mucha suerte de contar con un voluntariado muy comprometido e involucrado, lo que hace que el resto de la gente está informada de todo lo que hacemos. Nuestro lema es estar cada vez mas cerca de las personas y creo que lo estamos consiguiendo, intentando ayudar en lo que podamos y donde se nos necesite. Creo que eso hace que los vecinos estén contentos de nuestra labor y siempre que necesitamos su ayuda nos apoyan.
-¿Cree que la solidaridad es más intensa en los sitios pequeños?
- Hay una realidad y es que aquí te acabas integrando en la sociedad muy rápido En el fondo somos una gran familia. Sin el apoyo de la gente no podríamos llevar a cabo ni la mitad de las cosas que ahora tenemos en marcha. Recuerdo que en una ocasión necesitábamos una lavadora para una familia en situación extrema; lo comenté en la radio y antes de llegar a la oficina ya habían llamado para donarla. Este año organizamos la andaina solidaria de Cruz Roja Carballiño y contamos con aportaciones de la mayoría de los comercios de la comarca, algo que llenó al voluntariado de orgullo. La verdad es que a veces, cuando pedimos ayuda, la respuesta de la gente te da ganas de llorar de emoción.
-¿Es distinto que en una ciudad?
-En sitios pequeños te encuentras con dificultades muy concretas derivadas de que todo el mundo se conoce, como que cuesta más vencer la vergüenza y pedir ayuda. Pero por otro las personas saben si su vecino lo está pasando mal y nos avisan, piden ayuda para ellos.
Esther Rúas miguélez coordinadora de programas de cruz roja carballiño