Las Xornadas Micolóxicas de Celanova llevan tres décadas divulgando la importancia de los hongos

M. R. Ourense / la voz

OURENSE

25 oct 2014 . Actualizado a las 04:40 h.

Las setas, en su vertiente gastronómica, están de moda. De ahí surgió la petición que Alejandro Mínguez, autor de En el país de las setas, recibió de la editorial Auga Editora para realizar un libro que relata la relación y experiencias con el mundo de la micología, partiendo de la experiencia recogida en la comarca de Celanova, pero que en general es extrapolable a toda España. El libro se presentó ayer en la sala micológica del Plan C, en el marco de las jornadas que desde hace 29 años se organizan en la villa para divulgar el mundo de los setas, y recoge curiosidades como que el ser vivo mayor y más longevo del planeta, con más de dos mil años, es el hongo Armillaria, que ocupa una superficie de casi mil hectáreas en un bosque de Estados Unidos, explica Mínguez.

Curiosidades y sobre todo formación y reciclaje acerca del conocimiento de las setas comestibles y venenosas que se pueden encontrar en Ourense y en Galicia es lo que a lo largo de estos casi treinta años han venido ofreciéndose en las Xornadas Micolóxicas de Celanova, impulsadas en el inicio por Ricardo Mínguez cuando era técnico de Extensión Agraria. A lo largo de estas tres décadas, nuevos aficionados se han ido sumando a las jornadas, incluso llegando de fuera de la provincia de Ourense, y otros muchos se han mantenido fieles, conscientes de que necesitan refrescar sus conocimientos de un año para otro. «Si solo eres aficionado de otoño, hay que recordar cosas porque además es un tema cambiante, en evolución. No solo por el cambio de una seta de una familia a otra, sino porque una comestible puede dejar de serlo», explica Alejandro Mínguez.

Por ello, todos los años se incluyen charlas sobre las principales setas comestibles y tóxicas, pero también las novedades. Este año lo ha sido la normativa de la Xunta sobre los preceptos que hay que seguir en la recogida, como no superar los dos kilos por persona y día, la obligatoriedad de realizarla utilizando una cesta y una navaja y no otros utensilios agresivos para el hongo. Una normativa que se aprecia como necesaria por parte de los micólogos, pero solo como un punto de partida básico con aspectos mejorables.

Las jornadas micológicas de Celanova, que comenzaron celebrándose solo los fines de semana, llevan ya unos quince años con una duración semanal, en la que se repasan todos los aspectos de interés. Tras la presentación de En el país de las setas, las jornadas continúan este fin de semana en el Plan C de Celanova, donde se montará una exposición de los ejemplares que se recojan el sábado.