Una empresa especializada comenzó ayer los trabajos de impermeabilización de la futura plaza Álvaro Cunqueiro, que será construida entre la calle del mismo nombre y la plaza da Igrexa en el casco viejo. Es el fin, según explican desde el gobierno local, de las largas negociaciones desarrolladas entre el Ayuntamiento y Abanca (aunque en el trámite fueron varias entidades financieras, debido a la fusión de cajas y la posterior conversión en banco), después de que la constructora quebrase. La entidad financiera sufragará la impermeabilización de la plaza y de los sótanos del inmueble, y una vez recibido el certificado de solidez, el Concello ejecutará el aval retenido a la empresa constructora, de 72.000 euros, para llevar a cabo la urbanización del espacio, que quedará para uso público. Además, según la versión de Alfredo García, los representantes de Abanca mostraron su voluntad de terminar el edificio, cuyas obras llevan varios años paradas.
Las negociaciones, según García, se han llevado a cabo respetando los plazos y las decisiones judiciales. El objetivo era, según el alcalde: «llegar a esta solución, que es la que siempre persiguió el equipo de gobierno, porque es la que resulta mejor para los intereses de los vecinos». Defiende Alfredo García que «frente a la demagogia mostrada por el PP en este tema, en el que el partido de la oposición siempre mostró una postura intransigente [reclamando en varias ocasiones la ejecución del aval para llevar a cabo la obra], con escaso respeto a la justicia y a los derechos de todas las partes implicadas, el equipo de gobierno ha preferido trabajar de forma callada y responsable, como en todas las cuestiones municipales, para lograr, finalmente, una solución que es la que más beneficia a los ciudadanos de O Barco».