«Prácticamente no ponemos multas», resalta el regidor barquense sobre la utilidad del equipo

La Voz

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22 oct 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

El alcalde de O Barco, Alfredo García, también ve positiva la presencia del radar, «porque los temas de seguridad son fundamentales». Ni son razones políticas, ni de interés electoral, pero «el hecho de que la gente sepa que la Policía Local de O Barco tiene radar ayuda a minorar un poco las velocidades».

Matiza el regidor que «de radar prácticamente no ponemos ninguna multa; se hacen muestreos en las zonas más conflictivos como puede ser la avenida del Bierzo». Alfredo García lo expone de una forma muy gráfica: «Lo que me pasan de cada día supone controlar cincuenta o sesenta coches, pero en realidad apenas se sanciona a uno».

La prevención es determinante. Coinciden en esta opinión el político y el técnico. «El hecho de que la gente sepa que puede estar el radar, hace que vayan más despacio», asegura García.

La población lo pide. Igual en O Barco como en O Carballiño.

¿Relación entre la instalación de badenes y el exceso de velocidad detectado por el radar? Tampoco, dice el alcalde de O Barco, que vincula los obstáculos en la calzada por la necesidad de forzar bajas velocidades, casi siempre por la presencia de niños y en calles largas. «En el Malecón puede salir un niño detrás de una pelota en cualquier momento, como en el cruce de Xirimil con Ramón y Cajal, por la guardería y porque está la salida de debajo de la vía, y si alguien llega lanzado, no es posible que frene, por lo que así y se le obliga a frenar antes».

Cuando alguien pide algo, sea baden o radar, aclara Alfredo García que él habla con la Policía Local para que lo valoren.

El radar de Tráfico se instala en O Barco cada dos o tres meses, normalmente dos semanas. «Decide la policía. Como los controles de alcohol. Salvan vidas».