Militantes del PSOE, entre Guatemala y Guatepeor

José Manuel Rubín SIETE DÍAS, SIETE VOCES

OURENSE

28 sep 2014 . Actualizado a las 13:55 h.

El 0,4 % de los vecinos de la capital decidirán el futuro del cien por cien. 531 militantes elegirán el candidato del PSOE que optará a gobernar a los 107.542 vecinos de la tercera ciudad de Galicia. El dato es un ejemplo de pobreza democrática. La Carta Magna, hoy en almoneda por la deslealtad de unos y la pasividad de otros, es clara al afirmar que «los partidos políticos son el instrumento fundamental para la participación política». Que en Ourense, el PSOE, ilusione solo al 0,4 % de los vecinos es digno de reflexión. De los 107.542 residentes en la capital, 825 son socios del Liceo, 6.000 del Pabellón de Deportes y 2.265 lo eran de C D Ourense. Que el partido que gobierna el Concello tenga sólo 531 es una muestra de que no ha arraigado en los ciudadanos que los partidos son el instrumento básico para gestionar su futuro. Se afilian para resolver el ocio y no lo hace para administrar sus impuestos, sus servicios, su sanidad, etcétera.

Cuando todos los signos sociales expresan ansias de renovación, el PSOE de Ourense pone en la carrera electoral a Vázquez Barquero y a Pachi Vázquez, dos patrones de la más rancia política. Cuando las mareas ciudadanas brotan por doquier (¡incluso en la inmovilista Ourense!) para cambiar el estilo de la política, los socialistas optan a la alcaldía con lo más añejo de su armario. Hay que esperar que entre los 531 militantes (¡que no son, o no debieran ser, ovejitas luceras!) surjan quienes quieran cambiar el signo de la historia y no resignarse a que un partido con grandes páginas en el haber de Ourense, carezca de un candidato que ilusione. ¿Cómo puede ser el modelo un aspirante como Barquero que dice que su ADN y su referente hay que buscarlos en el exalcalde Paco Rodríguez?

¿Qué puede esperar el ciudadano de un candidato que se jacta de ser de la misma escuela que un político imputado por cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude, exacciones ilegales y malversación de caudales públicos y que se fue de vacaciones pagadas por la empresa a la que le había adjudicado la basura?

¿Y qué renovación puede esperarse del otro candidato, Pachi Vázquez, que ya era político cuando la mayoría de los jóvenes que empujan la renovación ética de la sociedad todavía no habían nacido? ¿Será para ellos el referente un hombre que empezó en el CDS (partido liderado por un exjefe del Movimiento de Franco) y terminó en el PSOE por puro azar y que como gran aportación a los nuevos aires políticos dejó en la hemeroteca la frase de que «o PSOE ten que facer a política de Baltar»? ¿Merece Ourense un perdedor de los últimos embates electorales que ve en la capital su tabla de salvación (la suya y la de los supervivientes que le bailan la ola) para seguir chupando de la política? Me temo que esos 531 ourensanos que irán a las primarias del PSOE tengan que elegir entre Guatemala y Guatepeor.

El dato Democracia Ourensana compareció esta semana ante los medios de comunicación para decir que Gonzalo Jácome repetirá de candidato de la formación a la alcaldía. Cuando hizo esa misma convocatoria en el 2011 la sala de prensa estaba vacía. Cuatro años después, estaba llena. Un ejemplo visual de que la prensa acude más a la llamada del poder que a la de quienes luchan por alcanzarlo.