Te quieren mandar al paro, estimada directora general de Personal del Concello de Ourense, antes de que los ciudadanos tengan esa opción en el 2015. Quien te quiere poner en la cola del Inem, organismo del que fuiste jefa, es un juez que ha anulado el cargo que ostentas. El léxico de la sentencia me empuja a escribirte estas líneas. Leer que te ficharon para «mantenerla en nómina» o que tus valores son «ajenos a los de mérito y capacidad», me mostró a un magistrado más político que jurídico. Bien sé que sabes (porque eres tan licenciada en Derecho) que en la justicia, como en el periodismo, se puede ver la botella medio llena o medio vacía. La tuya la observaron medio vacía. Si la justicia fuese justa no podía anular tu puesto y haber sido ciega y sorda ante lo que ocurrió en el Concello. Dice el juez que los directores generales debéis ser «de perfil técnico, profesional y apolítico». ¿Dónde estaba cuando, por ejemplo, un educador fue director general de Turismo, o un técnico agrícola, y después un historiador, directores generales de Rehabilitación Urbana al tiempo que dirigentes de su partido? ¿Cuántas varas de medir hay? Que el Concello te nombró para pagarte la nómina y que es muy feo que los jefes del PSOE os repartáis prebendas, lo suscribo yo en este artículo, pero en una sentencia me gustaría ver menos subjetividades y más argumentos jurídicos.