El fiscal pregunta por el contrato a un exasesor del PSOE en la capital

P. SEOANE OURENSE / AGENCIA

OURENSE

Áurea Soto no quiso valorar si cree correcto un préstamo a un funcionario

23 sep 2014 . Actualizado a las 05:20 h.

Lleva más de un año alejado del Concello de Ourense Antonio López Vallejo, asesor a sueldo del grupo municipal del PSOE entre los años 2007 y 2013. A pesar de ello, a la concejala Áurea Soto le preguntaron ayer por él en su comparecencia ante el fiscal jefe de Ourense para declarar en las diligencias de investigación 49/13 de la Fiscalía de la Audiencia de Ourense, abiertas por si de los gastos, particularmente el pago a este trabajador, se derivara un delito de malversación de caudales públicos. Son los flecos de las cuentas del grupo municipal en las que, aparte del ron y la ginebra para celebraciones internas, y de un préstamo particular a un funcionario municipal, se incluía la nómina mensual del citado Antonio López Vallejo en calidad de asesor. La concejala Áurea Soto prestó ayer declaración en relación con un caso en el que ha ido variando el foco. De hecho, Florentino Delgado, el fiscal jefe, dedicó la práctica totalidad de su interrogatorio a la situación del exasesor, bastante menos al ya liquidado préstamo particular y ni una palabra a los «gastos impropios».

Nacido el escándalo del ron y la ginebra de una sorprendente petición de la concejala socialista Susana Bayo, de declarada filiación pachista, que reclamó las cuentas de su propio grupo municipal por escrito al alcalde con toda la formalidad del registro, el caso aún sigue coleando.

Áurea Soto, a preguntas de su propio letrado, hizo hincapié en que las funciones de Antonio López Vallejo podían haber sido sufragadas con cargo a la partida dedicada al personal eventual del Concello de Ourense, con lo que no tendría necesidad el PSOE de abonar el sueldo de este dirigente socialista con cargo a la asignación del grupo municipal.

Sobre las funciones que ejercía López Vallejo en el grupo municipal detalló Soto que preparaba las propias mociones del PSOE, las respuestas a iniciativas de la oposición, coordinación de la tarea política, borradores de ruedas de prensa y coordinación semanal del trabajo de los concejales.

Sobre la concesión de un préstamo a un funcionario municipal por razones de tipo exclusivamente personal, decidida en la etapa de Francisco Rodríguez como alcalde, dejó claro la edila que la cantidad ya había sido devuelta. Preguntó Florentino Delgado, además, si considera «correcto» que con fondos públicos se hiciese un préstamo particular, dijo la concejala que no era un pago. Al insistir el fiscal si lo consideraba correcto, Áurea Soto se acogió a su derecho a no contestar a esa pregunta.

Sobre el hecho de que en la cuenta del grupo municipal figuraran como teléfono y correo electrónico de contacto los de López Vallejo, Áurea Soto aclaró al fiscal que era por comodidad, pues era más fácil de localizar que ella misma. Las decisiones, en todo caso, las había tomado el grupo municipal.

La marcha de López Vallejo en el verano del 2013 fue, sea como fuere, celebrada con alborozo no solo por la oposición municipal, que le concedía un papel que iba más allá del de mero asesor, sino también por el grupo de concejales pachistas que lidera Antonio Rodríguez Penín. No solo lo responsabilizan de ser el ideólogo del sector paquista, sino que, forzando su despido, conseguían reducir a mínimos el préstamo que el grupo había contraído para financiar las últimas campañas electorales y que los hipotecaba con carácter personal. El caso, con Vallejo apartado, sigue.